Lo malo: Debilidad defensiva
Desde los equipos débiles hasta las potencias le hacen mucho daño al cuadro mexicano, le llegan con facilidad y los arqueros -como sea que se apelliden- terminan siendo quienes «salvan las papas del fuego», hasta que llega a ser insostenible y se vienen las goleadas que hemos visto.
Quitando los duelos de CONCACAF donde las selecciones no suelen ser contundentes, siempre que los de Osorio se han enfrentado a selecciones importantes, han recibido una cantidad obscena de goles. Si sumamos los encajados entre Copa América Centenario y Copa Confederaciones, México acumula 19 goles en 9 partidos. Con ese antecedente es poco ilusorio el viaje a Rusia.
Ojo, esto no llegó por arte de magia con Juan Carlos Osorio, pero sí se ha recrudecido con su gestión. Es una crisis que viene de tiempo atrás, y se debe a que los defensores han disminuido su nivel en comparación con otras generaciones, donde los Osorio, los Salcido y el propio Márquez formaban un cuadro de lujo. Hoy esa generación no termina por salir y la nueva no tiene el empuje para «jubilarlos» a pesar de haber talentosos como Moreno o Salcedo, que en clubes cumplen pero con «la verde» se vuelven un «mar de nervios».