Debo ser sincero, después de haber visto Brasil 2014, yo sí me emocioné con los que se venía en esta región, con Selecciones como Costa Rica, México y Estados Unidos compitiéndole a grandes como Brasil, Alemania y a toda la bola de excampeones mundiales que despacharon los ticos en ese mundial de ensueño; la zona finalmente había dado el estirón.
Menuda decepción casi cuatro años después y habiendome chutado un par de copas de oro infumables y manchadas con la corrupción de los dirigentes, así como un Hexagonal Final de nivel mediocre y lleno de irregularidad.
Acompáñenme al «mágico mundo» de la Confederación de Norteamérica, Centro y el Caribe, la tristemente célebre CONCACAF, analizando los bemoles que la tienen atascada en la medianía.