Se llevó a cabo la semana más importante de WWE con la realización de Wrestlemania 34, que puso todos los títulos en juego además de interesantes añadidos al cartel como el debut de Ronda Rousey.
¿Pero cuál es el balance general de toda la velada? Por la cantidad de combates, se esperaba el mejor Wrestlemania de la historia, ¿así ocurrió?
Dividamos el evento en tres: lo que decepcionó, lo que sorprendió y lo que cumplió, para saber qué tal estuvo el evento magno de la gran «doble u».
Lo que decepcionó
Indudablemente la gran decepción fue el duelo que al menos este redactor anticipaba con mucho ahínco: AJ Styles vs Shinsuke Nakamura por el WWE Championship.
El antecedente ocurrido en Wrestling Kingdom 10 hacía pensar que estábamos fácilmente ante el mejor combate de toda la noche. Desgraciadamente no fue así.
Aunque ambos gladiadores ofrecieron una gran lucha, muy lejos estuvieron de llevar las emociones al máximo; no hubo ningún final cardiaco y la gente nunca se enganchó.
Lo más llamativo del combate fue el final donde Nakamura sorprende a Styles con un golpe bajo, lo que sugiere una nueva rivalidad entre ambos.
Otra cosa que a juicio de este redactor decepcionó fue el regreso de Undertaker. No conformes con haberlo echado a perder haciéndolo caer ante Lesnar y Reigns, ahora se retractan de haberlo retirado.
Aunque llegó en excelente forma, su batalla fue muy breve y totalmente alejada de lo que John Cena buscaba: su gran momento Wrestlemania.
La única pelea que habría justificado el regreso de Undertaker era una lucha contra Sting, no arrastrar el piso con John Cena. Lo desperdiciaron.
Lo que sorprendió
El debut de Ronda Rousey fue una de las grandes sorpresas de la noche, pues al menos yo no esperaba nada llamativo en este combate.
De alguna manera los escritores de WWE han demostrado que todavía pueden entretener. El guión de la batalla estuvo muy bien coordinado, con un ritmo que le permitió a Rousey brillar.
Tanto Kurt Angle como Triple H se vieron en excelente forma, justificando su jerarquía dentro de la empresa pero sin robarle protagonismo a la debutante.
La otra gran sorpresa fue la victoria de Brock Lesnar; oficialmente su contrato terminó una vez concluida la lucha en Wrestlemania. ¿Por qué no le dieron el cetro a Roman Reigns?
Aunque Roman intentó plantarle cara a “La Bestia Encarnada”, la batalla fue una calca de la ocurrida en Wrestlemania 31, donde Lesnar dominó la mayor parte del tiempo.
A lo sorpresivo debemos añadir la presencia de sangre, algo que WWE ha evitado desde hace exactamente una década, cuando en 2008 redireccionaron su producto a una clasificación PG (parental guidance).
El chorro (literal) de sangre que caía de la mollera de Reigns le pintó la cara de rojo en tan sólo unos segundos, y al poco tiempo terminó la batalla. ¿Por qué ocurrió así?
La gente hizo saber su sentir con gritos de: “this is awful!” (esto es horrible) y “boring!” (aburrido), que medianamente fueron silenciados con la victoria de Lesnar.
Otra sorpresa fue el Raw Tag Team Championship, que se llevaron Braun Strowman y un niño de diez años llamado Nicholas.
En la narración en inglés alguien se atrevió a tachar el duelo de “ridículo”, al tiempo que rectificaban diciendo: “bueno, pero es importante que se cumplan tus sueños”.
Esto hacía presuponer que el niño era parte de esos programas tipo Connor’s Cure donde WWE cumple sueños de niños que padecen cáncer. Afortunadamente Nicholas es un niño sano.
Lo que cumplió
Hay un combate que cumplió con las expectativas: el regreso de Bryan Danielson a los encordados, pues permite lanzar la imaginación hacia el futuro.
Este redactor ya había escrito que su regreso sería interesante hasta que luchara solo y no en pareja; afortunadamente eso está por venir, pues se vio muy bien en Wrestlemania.
Lo imagino enfrentando a Finn Bálor, AJ Styles, Samoa Joe o al mismo Shinsuke Nakamura, en grandes combates que pueden consagrarlo todavía más como el ídolo que ya es.
Rescato un combate más: el final de la racha invicta de Asuka. Su inexplicable sucesión de victorias se terminó ante una gladiadora que podría encabezar el rostro femenil de todo WWE.
En conclusión, Wrestlemania 34 no fue la mejor edición de la historia. Todas las batallas transcurrieron en una discreta medianía y el “dream match” decepcionó. Por los resultados poco esperados, inclino mi balanza hacia una de las ediciones más sorpresivas de los últimos años, nada más.