WWE debe tener mucho cuidado en la calidad de su evento más importante del verano. Summerslam 2017 ocurrió apenas un día después de NXT Takeover Brooklyn III y la verdad es que la calidad de las luchas del sábado superó por mucho a los encuentros vistos el domingo.
Summerslam 2017 presentaba combates interesantes en el papel; el duelo estelar entre Brock Lesnar, Samoa Joe, Roman Reigns y Braun Strowman prometía emoción desde el inicio hasta el final.
Otro duelo interesante era el de Shinsuke Nakamura contra el híper infladísimo Jinder Mahal; era la oportunidad perfecta para que el nipón exhibiera de una vez por todas a un campeón que no sabe llevar combates estelares.
En un tenor similar se veía interesante el regreso de Finn Bálor en su faceta demoníaca, pero no sólo eso; Bray Wyatt es uno de esos luchadores 75 por ciento personaje, 25 por ciento lucha (y no de alta calidad), por lo que resultaba interesante testimoniar la cátedra que Bálor le daría a Wyatt.