Conclusión.

Aunque no es la elección más popular en estos momentos y más en esta época donde se tiende a ir con la innovación y con el momento, me quedo con Romo. Al contrario de la opinión generalizada, es un QB franquicia y veterano, lo que daría la mitad de la liga por tenerlo, obvio el tema de las lesiones es su principal enemigo, pero estando sano me quedo con él.

El último caso a favor que haré con Prescott es que parece ser un líder con todo y sus pocos partidos como profesional, da la impresión de que tomó el equipo y tiene pasta de líder, esa línea ofensiva lo respeta, no da una declaración de más y cuando se lesionó Bryant no hizo una gran historia sobre eso y dijo que le lanzaría a quien esté libre, que espera que esté pronto con ellos pero que no afectará mucho a la ofensiva. Sin duda que le trae tranquilidad y confianza a cualquier franquicia.

La situación se compara con la que vivieron los New England Patriots a inicios de la década pasada. Drew Bledsoe (que había llegado a un Super Bowl en ese momento de su carrera, no como Romo), cayó lesionado y entró un joven Tom Brady, la historia está escrita. Pero la decisión de Belichick no fue fácil en aquel entonces, volvió Bledsoe en la semana 11, con los Pats con marca de 5-5 y decidió quedarse con el novato, parece que le resultó. Veremos que es lo que decide Garrett en unas semanas y en que situación se encuentran los Cowboys y Prescott, pero sin duda será una elección que marcará el presente y sobre todo el futuro de la organización.