Nuevo proceso trabado
En muchos casos la cuestión económica puede afectar la llegada, pero no con América.
Gustavo Matosas llegó al Nido con la obligación de superar los no pequeños resultados que había dejado Mohamed, incluso le armaron el equipo como la Directiva creyó conveniente y sin pedir permiso la llegada de Quintero, Pellerano, Bennedeto y Zamudio mostraron que si algo había era dinero. Algo que el recién estratega uruguayo debió aceptar pues no le preguntaron acerca de los refuerzos.
Es bien sabido que los equipos que entran a liguilla, en este caso los finalistas, tienen mucho menos tiempo para hacer pretemporada y prepararse de cara al siguiente torneo, por lo que Matosas llegó conociendo muy poco a su nueva gente.
Después de 11 jornadas seguro que ya conoce a cada uno y ya tiene su once ideal, ahora el problema es que las lesiones, expulsiones, y cansancio de los viajes por la Concacaf Liga Campeones ha impedido que alinee al equipo que él quiere.
Dentro del club no a todos les cae bien la forma de dirigir y con el carácter del técnico hace que la distancia entre jugadores y técnico aumente.
