En poco menos de un mes, Ole Gunnar Solskjær ya está en la historia del Manchester United. Si bien el noruego ya figuraba como jugador en las páginas doradas del club inglés -siendo uno de los principales responsables del agónico título de Champions ganado en 1999-, ahora lo está también como director técnico.
Con la sufrida victoria del pasado fin de semana ante el Tottenham en Wembley -con un pletórico David de Gea-, el ‘Asesino con cara de Niño’ se convirtió en el primer técnico de los Red Devils en ganar sus primeros seis encuentros dirigidos, superando la marca del legendario Sir Matt Busby, impuesta hace más de 70 años.
Estas victorias consecutivas han despertado del letargo no solo a los jugadores, sino también a los millones de aficionados que el conjunto tiene alrededor del mundo, provocando que surja la gran incógnita de para qué está realmente este equipo para el resto de la temporada.
Escenario actual
Pese a la seguidilla de victorias, los de Old Trafford aún se encuentran lejos de la pelea por el título de la Premier League: a 16 puntos del líder Liverpool.
Sin embargo, han logrado acortar distancias con los equipos que están disputando los puestos que dan lugar a la Champions League: está a 12 puntos del City (puesto 2), a 7 del Tottenham (3o.), a 6 del Chelsea (4o.) y ya igualó en unidades al Arsenal (5to.).
En cuanto al resto de competiciones domésticas, en la Carabao Cup (tercer torneo en importancia de Inglaterra) los Diablos Rojos ya se encontraban eliminados cuando Solskjær tomó el mando. Mientras que en la FA Cup eliminaron al Reading en la tercera ronda y se medirán al Arsenal durante la cuarta ronda (el próximo 25 de enero).
Finalmente, en la Champions League el United tendrá un duro desafío frente al Paris Saint-Germain en los octavos de final (ida 12 de febrero en Inglaterra y la vuelta el 6 de marzo en Francia).
Expectativas
“Independientemente de cómo acabe el equipo la temporada, él [Solskjær] está haciendo más [de lo esperado]”, declaró esta semana Gary Neville, leyenda del club y ex compañero del actual timonel noruego.
Y es que si bien la directiva optó por Ole como primera opción, su nombramiento fue únicamente hasta el término de la presente temporada, lo que en otras palabras quiere decir que, al menos para los directivos, el año futbolístico ya estaba perdido.
Sin embargo, los resultados recientes han dado argumento suficiente a más de uno para augurar lo contrario, incluso a los jugadores del plantel.
“Ahora estamos jugando muy organizados. Queremos atacar y somos muy verticales. Todo está funcionando”, describió Jesse Lingard, corroborando que el vestuario respalda completamente al nuevo entrenador.
Pronóstico
Teniendo en cuenta que aún restan por jugar 16 fechas de liga y el equipo sigue con vida en un par de torneos más, no sería aventurado asegurar que no todo está perdido para el United esta temporada, menos con el impulso anímico y futbolístico que ha experimentado el conjunto de Old Trafford durante el último mes.
De mantener la inercia positiva hasta el mes de febrero, hay probabilidades de que el United elimine al PSG en Champions, principalmente porque el cuadro parisino ya ha demostrado que aún le pesan los encuentros ante rivales de mayor envergadura histórica.
Pese a la hipotética victoria en octavos, veo poco factible que el cuadro inglés llegue a la final del torneo más importante de Europa. Pero los cuartos e incluso las semifinales parecen alcanzables, sobre todo si logran concretar una o dos incorporaciones en este mercado.
En cuanto a la copa FA, en caso de eliminar al Arsenal, los Red Devils podrían enfilarse hasta la final y, por qué no, apostar por el título. Recordemos que es el segundo equipo con más trofeos (12) y el actual subcampeón, por lo que es una competición que se le da bien.
Finalmente, la liga es quizá en donde peor panorama tiene. La razón es simple: tanto Liverpool como Manchester City han demostrado estar un escalón por encima de los otros 18 equipos este torneo. Auguro que el United será capaz de colarse entre los primeros cuatro lugares, siendo aún así un consuelo muy pequeño dada la grandeza del club, pero que puede ser crucial para marcar un antes y un después en la era Solskjær.