New Japan Pro Wrestling (NJPW) presentó Dominion 6.9 con un cartel de súper lujo, donde las últimas cuatro peleas bien pudieron estelarizar cualquier evento sin problema alguno.
La reaparición de Chris Jericho y el debut de Rey Misterio Jr. ya eran de por sí acontecimientos, pero a eso se sumó la lucha por el IWGP Junior Heavyweight Championship y el esperadísimo duelo entre Okada y Omega.
¿Cuáles fueron los acontecimientos más importantes de este increíble evento Dominion 6.9 a juicio de este redactor? Analicemos una inolvidable noche que indudablemente fue histórica.
Young Bucks: buen inicio en la división de pesos completos
Cuando los Young Bucks anunciaron que dejarían la división junior para competir en la de peso completo, hubo mucho escepticismo sobre si tendrían un buen desempeño en el ring.
La primera gran prueba llegó por los IWGP Tag Team Championships ante los campeones de parejas: Evil y Sanada, sendos pesos completos con grandes credenciales cada uno.
Ambos japoneses parecían tener una lucha a modo, sobre todo cuando los Young Bucks se lesionaron impidiendo que muchos de sus ataques fueran aplicados correctamente.
Ante todos los pronósticos, y con puro corazón, los hermanos Jackson pudieron someter a Sanada y llevarse los IWGP Tag Team Championships.
¿Fue el debut soñado de Rey Misterio Jr.?
Después de ausentarse en Strong Style Evolved por una lesión en el bícep, Rey Misterio Jr. finalmente debutó en un ring de la NJPW en Dominion 6.9.
Aunque originalmente iba enfrentarse a la leyenda: Jushin Thunder Liger, su primer encuentro en la empresa no desmereció pues hizo equipo con él y con Hiroshi Tanahashi, un trío de gran impacto.
Se enfrentó a los remedos del Bullet Club: Marty Scurll, Hangman Page y el líder vitalicio de la facción, Cody, en una batalla que gritaba a los cuatro vientos una victoria para el debutante.
Afortunadamente esta batalla dio un giro de 180 grados cuando Cody logró aplicar un Cross Rhodes a Liger y llevarse la victoria. Lo improbable ocurrió, lo que siempre será bueno.
A pesar de haber iniciado con una derrota, es indudable que Rey Misterio Jr. no pudo tener mejor debut, pues compartir el encordado con dos leyendas de Japón no ocurre todos los días.
Las lesiones pasaron factura a Will Ospreay
Hiromu Takahashi consiguió ganar el torneo Best of the Super Juniors, haciéndose acreedor a una oportunidad por el IWGP Junior Heavyweight Championship ante Will Ospreay.
Indudablemente Ospreay es uno de los mejores peso crucero del mundo, pero como este redactor lo señaló semanas atrás, tantas batallas a tan alto nivel le han pasado factura.
Para este encuentro, el campeón defensor llegó muy mermado, lo que dañó su rendimiento muy temprano en la batalla. Takahashi mostró un gran nivel y terminó arrebatándole el cetro.
Por mucho que lo intentó, Ospreay no pudo retener ante un ídolo en ascenso que, después de Testuya Naito, es uno de los gladiadores más populares de Los Ingobernables de Japón.
Chris Jericho, ¿un justo campeón intercontinental?
Cuando Tetsuya Naito le arrebató el IWGP Intercontinental Championship a Minoru Suzuki, se antojaba un reinado largo, sobre todo cuando se conoció a su primer retador: Chris Jericho.
El “Corazón de León” es un gladiador con muchos compromisos en todos lados, por lo que era difícil pensar que la NJPW le daría un título que le exigiría estar más tiempo con la empresa.
Durante todo el tiempo que duró su acto, Jericho se dedicó a borrar cualquier indicio de lucha libre de calidad; se la pasó atacando abajo del ring a Naito en una memorable arrastrada.
Con un estado físico paupérrimo, evidenciando lonjas lumbares y un disminuido fondo físico, el Y2J pudo destruir a Naito con recursos extra-luchísticos propios de un ring de Triple A.
Aunque Tetsuya Naito intentó desplegar lucha libre, jamás entendió que la batalla tenía que dirigirla al terreno extremo y fue así como de manera increíble perdió el cetro intercontinental.
¿Es justa la victoria de Jericho?, de ninguna manera; pero sí es totalmente pragmática pues beneficia los planes de expansión de NJPW (como cuando WWE hizo campeón a Jinder Mahal).
Dominion 6.9, ¿la mejor batalla en la historia de la lucha libre?
Seré directo: este redactor jamás se había conmovido tanto ni había visto un duelo tan épico como el que protagonizaron Kazuchika Okada y Kenny Omega en Dominion 6.9.
Una lucha a dos de tres caídas sin límite de tiempo fue llevada al extremo, lo volvieron un espectáculo increíble; se alejó por completo de lo que vemos aquí en México.
Mientras en los encordados del pancracio nacional tenemos dos fugaces caídas protocolarias y una prolongada tercera caída, Dominion ofreció tres caídas de increíble nivel; fue como ver tres peleas en una sola.
Cada asalto se disputó como si fuera la última, dándole no sólo un asombroso nivel a la batalla sino un elevado toque de dramatismo donde las emociones se llevaron a extremos pocas veces vistos.
El público estaba con el ídolo, con la estrella máxima de la NJPW, el del reinado más largo, el de más defensas consecutivas en la historia, el “Rainmaker”: Kazuchika Okada.
Kenny Omega llegó como el único hombre que pudo ver a los ojos a Okada y llevarlo al límite; los demás rivales de Okada fueron duros, sí, pero ninguno lo había sometido como “The Cleaner”.
La tercera caída quedará para la historia: ambos gladiadores eran el simple caparazón de su cuerpo, sin energías, sólo movidos por ese fuego sagrado que nada más poseen las leyendas.
Omega fue claro: “no creo que esto se haya acabado”, dijo en sus primeras declaraciones como campeón; anunció que es el inicio de una nueva historia para que NJPW siga creciendo.
El público terminó completamente satisfecho vitoreando la victoria de Kenny Omega pues fueron testigos de una de las mejores peleas que la lucha libre haya podido ver en la era moderna.
“Esto es más que un simple deporte, esto puede ser lo que sea”. –Kenny Omega–