Rusia 2018 se acerca y las Selecciones más poderosas del mundo se reúnen para medir fuerzas y determinar al monarca en turno.
Tras la agotadora temporada europea, hay varios candidatos a no llenar las expectativas, ya sea por el agotamiento de sus jugadores o de la inoperancia de sus conjuntos a pesar de llegar con renombre, así que antes de que se inicien las hostilidades, repasemos a los candidatos a decepcionar durante las próximas semanas.
5. Inglaterra
La eterna esperanza inglesa, cada mundial es imposible no emocionarse con el nivel de los ingleses, es más, quien no recuerda aquella selección de estrellas con apellidos como: Lampard, Gerard, Beckham, etc., y que a la mera hora terminaron decepcionando.
¿Será a caso que el presente pinta igual? Pues de entrada, tenemos una generación joven y talentosa, liderados por el máximo anotador del Tottenham, Harry Kane, que haciendo dupla con Dele Alli tiene todo para brillar y cambiar la perspectiva que hay sobre las selecciones inglesas.
El asunto es que siempre existe ese halo de mediocridad que los envuelve, eso quedó claro en el Mundial pasado, donde ni siquiera avanzaron a la siguiente ronda, o qué tal la eliminación en la Euro a manos de Islandia. Con esos antecedentes, no se puede evitar el acusarlos de «pecho frío», y Rusia 2018 es un escenario perfecto para su fracaso.
4.Rusia
Si bien no es una Selección poderosa, el hecho de que sea el anfitrión le pone una presión especial a un conjunto que desde que dejó de ser la URSS perdió protagonismo en las Copas del Mundo.
De entrada, vemos una Selección un poco avejentada que no ha sabido aplicar el cambio generacional y que acarrea el fracaso de Brasil 2017. Cuatro años después no se ve un avance que pueda hacer pensar que tendrán un buen Mundial, es más, a pesar del grupo endeble que le tocó, de igual manera se antoja que queden eliminados en ronda previa, lo cual, sólo le ha pasado a Sudáfrica en el 2010.
3.Polonia
Otro que no llega con cartel cinco estrellas, pero ojo, la FIFA nos lo puso como cabeza de serie tras haber hecho una eliminatoria portentosa, así que eso lo eleva de escala y literalmente lo obliga a avanzar en un grupo que, a primera vista luce accesible, pero que conociéndolos se les puede complicar en serio.
Polonia es una selección que depende en exceso de Robert Lewandowski, delantero killer que, hay que decirlo, no llega a tope después del cierre de temporada y que veo complicado que se eche el equipo al hombro. Dada la poca tradición avanzando en fase de grupos, yo sí desconfiaría de este «cabeza de grupo», y ojito con los africanos, que pueden dar de qué hablar nuevamente y agarrando pichón.
2.Argentina
De la mano de Lionel Messi, Argentina se da permiso para soñar, pero a ver, ¿no es demasiado peso levantar una selección muerta en vida para un solo futbolista? Es cierto que para muchos es el mejor del mundo, pero caray, estamos hablando de una Copa del Mundo y el «10» luce más solo que nunca, ya que los albicelestes no muestran un estilo de juego predefinido y muchas carencias defensivas. Por si lo anterior no fuera suficiente, les tocó uno de los grupos más complicados donde si se descuidan podrían marcharse muy temprano de la competencia.
¿Será que «el Messias» se marchará por la puerta de atrás?
1.Portugal
Hablando de solitarios, qué tal el caso de Cristiano Ronaldo en Portugal, otra Selección que depende en absoluto de su máxima estrella y todos los ataques dependen directamente del mood en el que salga el astro del Real Madrid.
Si bien la situación es muy parecida a la de Argentina, me atrevo a colocarlos como el número 1 puesto que los lusitanos llegan como Campeones de Europa y ante rivales de poco peso como Marruecos e Irán, pero aún así no dejo de pensar en que siendo equipos pequeños y ordenados les terminen haciendo sufrir de más, e incluso, su rival del posible cruce, Uruguay, no pinta para ser una afrenta que logren superar.
Portugal es mi máximo candidato a ser la decepción, por la dependencia excesiva de un futbolista, falta de intensidad en momentos puntuales, rivales incómodos y una tradición de no tener buenos mundiales. Así que todos los ingredientes están puestos para el desastre.