—Anda Victoria, el juego comienza a las 9 y aún nos falta camino que recorrer. Exclamo Leonardo quien con mucha emoción ya quería llegar al estadio Ramón Sánchez Pizjúan y no era para menos pues era ocho de Julio del año 1982 y se jugaba la semifinal de la copa del mundo. Alemania Federal y Francia se jugarían la vida por conseguir el pase a la final.
Sevilla era la sede y Leonardo consiguió dos entradas lo cual significaría que su esposa Victoria estaría con él. —Ya casi termino de arreglarme Leo… ¿Antes podemos ir de compras? ¿A comer algo? Y ¿tomar muchas fotos? —Apúrate Victoria por favor y ahorita vemos eso. La cita estaba hecha y uno de los mejores partidos en la historia del futbol estaba por comenzar.
Y así fue como la pareja de enamorados salió de su habitación en busca de ser parte de la historia y ¿porque no? También ser estadística. —Leo vamos de compras, olvida el partido podemos ir después… —Por supuesto que no, es la semifinal de la copa mundial fue casi imposible conseguir entradas y tenemos que estar ahí. En ese momento el semblante femenino cambio, pero Leonardo estaba feliz, cuando miro de cerca el Sánchez Pizjúan y ambos estaban por entrar.