Mucho se ha hablado sobre como proceder en contra de la violencia que últimamente aqueja a la Liga MX. Las imágenes que vimos en el Estadio Jalisco son terribles, lamentables y condenables, lo que nos lleva a cerrar filas y proponer acciones para que estos actos no ocurran jamás en nuestro fútbol.
Los soluciones que más se han escuchado tienen que ver con aplicar mano dura y expulsar a las barras, penas más severas para los violentos, prohibición para vender alcohol, dar la espalda a la gente que se organiza para formar una porra y recortar recursos económicos para estos grupos.
Si revisamos las soluciones que se proponen podremos ver que no arreglarán nada de fondo, pues como bien apuntó el Chelís, “la violencia está en las calles de México”.
Este artículo propone una solución diferente, pues considero que la violencia proviene del abandono y de falta de oportunidades para los jóvenes, por lo tanto las medidas que se deben de aplicar, tienen ir encaminadas a darle un acompañamiento a estos grupos, a contribuir al restablecimiento del tejido social, y no limitarse a darles la espalda y expulsarlos, pues hacerlo de esa manera lo único que provocaría es trasladar la violencia a otro lugar.