WWE Tables, Ladders & Chairs (WWE TLC) tuvo el mejor combate que la compañía ha tenido en el segundo semestre de 2017 (o quizá de todo su aburrido año). La lucha de AJ Styles contra Finn Bálor claramente demostró que cuando se ponen a dos verdaderos luchadores en el ring el público simplemente lo va a disfrutar.
¿De qué manera se puede explicar que incluso antes de iniciado el combate la gente ya estuviera coreando: “this is awesome!”? Hablamos de una batalla que se dio al vapor, anunciada apenas unos días antes y, aún sin una historia detrás, el combate es ya uno de los cinco mejores del año.
AJ Styles tuvo que volar desde Chile de manera intempestiva; se subió al cuadrilátero casi sin tener tiempo de recuperarse y entregó una lucha mucho mejor de la que pudo haber dado Bray Wyatt.
“No sé si Sister Abigail lo hubiera hecho mejor pero éste fue un extraordinario combate”, se atrevió a soltar uno de los comentaristas en inglés y es que absolutamente nadie se acordó de aquella adelita del mal.
Ahora se rumora que Suvivor Series podría enfrentar a un equipo de AJ Styles contra uno de Finn Bálor. Nada mal en el papel; pero, al saber que quieren retomar la historia de Sister Abigail, la pregunta es cómo podrían arruinar los creativos de WWE otro combate entre ambos luchadores.
WWE TLC homenajeó al Bullet Club
Gran detalle fue que tanto AJ Styles como Finn Bálor hicieran la señal del lobo turco al final , llamado por WWE: too sweet; una señal por la que la misma compañía amenazó con demandar a los Young Bucks (equipo conformado por los hermanos Jackson: Matt y Nick, actuales miembros del Bullet Club) si seguían haciéndola.
Aquel gesto fue “para demostrarle al mundo que no olvidamos de dónde venimos”, dijo El Fenomenal a través de Twitter y rechazó que la idea haya venido de Vince McMahon como una forma de burla hacia los Young Bucks y el Bullet Club en general.
A pesar de haber sido una contienda improvisada y sin historia, el hecho de que ambos gladiadores hayan sido líderes del Bullet Club le dio un genial telón de fondo, algo que los actuales guionistas de WWE jamás habrían podido superar.
Sorpresiva derrota para Kalisto
Kalisto perdió el Campeonato Peso Crucero contra Enzo Amore de manera sorpresiva para todos. A diferencia de WWE No Mercy, donde Amore no lucho y recurrió a una artimaña muy baja, ahora en WWE TLC los guionistas lo hicieron ganar limpiamente.
¿Qué razón puede haber atrás de un reinado tan corto para Kalisto? Tal vez WWE se dio cuenta que no daba los mismos niveles de audiencia que Enzo Amore.
Quizá prefirieron aprovechar el enojo de los fanáticos a la lucha libre teniendo un campeón de papel en la división crucero; así más gente verá WWE 205 Live esperando la caída de Enzo Amore que teniendo a Kalisto como campeón. Muy mal para el Samurái del Sol.
Booket T llamó estúpido a Kurt Angle
La batalla estelar de WWE TLC fue un fiasco muy interesante. Cada quien se turnó para combatir a The Shield y así evitar el desorden; el problema es que durante muchos lapsos algunos luchadores pasaron desapercibidos.
La aparición de Kurt Angle fue el principal atractivo en una batalla que careció de sentido común: ¿cómo es posible que cinco individuos masacren a tres personas y nadie les haga espaldas planas?
Lo interesante fue cómo en la mesa de transmisión Booker T tachó de estúpido a Kurt Angle por arriesgar su prestigio después de que Braun Strowman rompiera una mesa con la humanidad del Héroe Olímpico, quien se tuvo que ir arrastrando pues ni caminar podía.
El hecho de que regresara al cuadrilátero con su canción prendió los ánimos de la gente; pero a esas alturas era un sinsentido voltear la balanza pues carecía de sorpresa y emoción. Las sillas, mesas y escaleras pasaron a un plano terciario; eran un simple adorno más de la escenografía.
Las batallas de relleno aburrieron
El resto del cartel transcurrió tal y como este redactor pronosticó; poca emoción, nada digno por destacar. Sólo queda esperar la rivalidad entre Asuka y Alexa Bliss, cuya pelea con Mickie James estuvo muy floja; la retadora evidenció su edad con una lucha lenta y poco coordinada.
La batalla de Jason Jordan contra Elias fue una falta de respeto a ambos gladiadores. No conformes con meterlos de improviso en el cartel, los dejan exhibidos justo después de la mejor pelea que WWE ha tenido en mucho tiempo. Aburrición total con mayúsculas.
WWE TLC se salvó por una vulgar circunstancia: un brote de meningitis obligó a modificar el cartel de última hora y programar la mejor lucha que los fanáticos de la lucha libre podían ver.
Una lástima que esto haya sido producto de un accidente y no fruto de la gran sensibilidad creativa de los guionistas (la cual carecen). Deberían pensar al respecto si es que aspiran a no tener números rojos en 2017, que al final es lo que les importa.