WWE No Mercy 2017 fue una gran decepción. Este pago por evento demostró una vez más por qué la empresa de entretenimiento deportivo (no lucha libre) viene en picada en cuanto a nivel de audiencia.
De las siete peleas pactadas en WWE No Mercy, el pronóstico gurú hecho por este redactor acertó a seis, lo que habla de lo predecible que se ha vuelto la compañía; incapaz de salir de una fórmula que a pocos sorprende a estas alturas.
Ahora los reflectores se pondrán en WWE Hell in a Cell 2017, donde Samckdown tendrá que conseguir lo que Raw no pudo: brindar un evento que los fanáticos puedan recordar en buenos términos.
Las dos luchas estelares (John Cena contra Roman Reigns y Brock Lesnar contra Braun Strowman) dejaron mucho qué desear; no sólo por ser combates que ya se sabía de antemano el resultado, sino que evidenciaron la enorme impotencia de WWE por dar buenos combates.
¿Por qué hay impotencia en WWE?
Por más que intentaron dar una gran lucha, Cena y Reigns pelearon únicamente para los fanáticos del rapero, quienes estaban al borde de la butaca; los fanáticos de la lucha libre se preguntaban cómo vencería Reigns a Cena de una manera que verdaderamente le “pasara la antorcha”.
Los escritores aplicaron una clásica del pancracio gringo: que el perdedor utilice su movimiento final repetidas veces o de una manera reforzada y que el virtual ganador se levante antes del conteo para al final vencer.
El problema de estos finales es que hay un desbalance muy marcado al momento de ver un luchador al que le aplican los peores ataques y sobrevive a todo; esto fue lo que hizo a Cena el histrión más odiado de la lucha libre a partir del 2009.
Ni la lanza de Reigns a la mesa de comentaristas en español pudo aumentar emoción al combate porque esa escena fue totalmente aislada; una vez realizado el acto volvieron al ring a sumergirse en el soporífero ritmo de su combate.
Después de repetidos y constantes ataques de Cena sin recibir la misma cantidad de daño por parte de Reigns, el samoano simplemente soltó su puñetazo y con una sutil lanza logró la cuenta de tres. Un final muy barato para quien supuestamente será la cara de la compañía a partir de esa lucha.
Esto refuerza la sugerencia que Hugo Savinovich dijo en su podcast: si quieren que Roman Reigns sea el nuevo estandarte de la WWE, deben cambiarle su movimiento final porque el actual no permite finales emocionantes.
El peor Brock Lesnar en muchos años
Luego vino la lucha de Borck Lesnar que tuvo el mismo vicio que su antecesora. Es increíble la manera en la que Strowman hizo ver muy mal a Lesnar. El antiguo monstruo que dominaba la WWE hace diez años hoy es un tipo venido a menos.
Sorprendió la manera en la que “El monstruo entre hombres” zarandeaba literalmente a Brock demostrando mayor poder y mejor físico. Recordó aquella pelea en al que Caín Velásquez barrió el octágono con Lesnar.
Aunque Brock intentó hacer uso de su velocidad, para el meridiano del combate los dos ya estaban jadeando. Después de un F5 fallido en el que Strowman ni siquiera intentó zafarse (porque Lesnar no lo aguantó), el ahijado clientelar de Paul Heyman volvió a intentarlo y en un simple ataque consiguió la cuenta de tres. El reinado de Lesnar debe llegar a su fin ya.
Sólo una buena lucha en toda la noche
Hubo chispazos dignos de mencionar: la batalla por el Campeonato de Parejas sí lanzó buenos dividendos. La acción fue vertiginosa y los escritores consiguieron un ritmo lo suficientemente veraz como para creer que la lucha estaba para cualquiera.
Desgraciadamente ésta fue de las únicas luchas que brillaron, pues ni Finn Bálor pudo librarse del lodo en el que WWE No Mercy 2017 se embarró.
Bray Wyatt no es un histrión que brinde grandes combates; es un hombre espectáculo que le gusta dárselas de sureño paranormal, nada más.
Yo pensaba que Wyatt ganaría y de ahí se desprendería una nueva lucha con alguna estipulación que subiera los decibeles, pero nuevamente fui muy ingenuo.
El peor campeón crucero posible
Enzo Amore usó el Campeonato Peso Crucero de papel higiénico. Toda la lucha fue dominada por Neville, quien literalmente jugaba con un Enzo carente de recursos desde cualquier punto de vista.
Lo que pudo ser un gran combate entre Neville y algún contendiente que sí supiera luchar, se convirtió en una batalla digna de la Triple A en tiempos donde “El Tirantes” era la máxima autoridad del Universo.
Pero hay que reconocer que aquello fue un movimiento listo por parte de los escritores. Tal y como lo hacían con John Cena hace algunos años, el chiste ahora es ver cómo Enzo pierde el título y contra quién; o tal vez éste sea el principio del fin de la división crucero.
El resto del cartel sucedió tal y como lo habíamos presupuesto aquí: The Miz venció sin mucho problema a un limitado Jason Jordan y Alexa Bliss se llevó su título sin más.
Es una pena que les esté escribiendo de esto el mismo fin de semana que Kenny Omega hizo la primera defensa del novel Campeonato Peso Pesado de Estados Unidos de la IWGP en Destruction in Kobe.
Pero más ridículo que los combates de WWE No Mercy es pensar en un campeonato mundial de Estados Unidos de Japón (en serio, eso es). Quizá la gran calidad del puroresu logre reivindicar un título que nominalmente carece de sentido total.