¿Quién mueve a quién en la Selección Mexicana?
El chisme comenzó a correr el 27 de septiembre: se preparaba un “madruguete” entre Decio de María y Televisa para blindar los derechos de transmisión de la Selección Mexicana por cuatro ciclos mundialistas.
La mecha la prendieron José Ramón Fernández y David Faitelson en sus respectivas cuentas de Twitter. Más tarde el diario Cancha habló con Fidel Kuri quien confirmó que el 28 de septiembre habría una junta de dueños para discutir el asunto.
Las denuncias giran alrededor de ese amasiato que todos saben: la Federación Mexicana de Fútbol es una oficina más de Televisa; Decio de María está en la misma nómina que todo el equipo de TDN.
Pero hay algo más grave que eso. ¿Qué podría ser peor si Televisa se queda con los derechos de la Selección Mexicana por 16 años más? Sencillo: que se prolongue este medio siglo de mediocridad futbolística.
Desde que los Azcárraga decidieron hacer del fútbol el deporte más visto en su televisora, el engranaje ha girado simplemente en ganar dinero aún a costa de perder calidad deportiva.
¿Hay una buena estructura en el fútbol mexicano?
Muchos dirán que en los últimos 15 años el fútbol mexicano ha conseguido grandes logros como campeonatos mundiales sub-17 y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, pero aquí viene una avalancha de preguntas: ¿Aquello fue producto de un sistema estandarizado de trabajo?
¿Por qué Jorge Espericueta no es titular en la selección mayor; saben lo que le pasó a José Tostado en Chivas; veremos a Julio Gómez hacer una chilena en el Zacatepec como la que hizo contra Alemania?
Tanto ruido por los hermanos Dos Santos y Carlos Vela para que al final se vayan a la Major League Soccer. ¿Esos son los grandes referentes del Mundial Sub-17 de Perú?, ¿por qué “Chicharito” Hernández no fue convocado en ese proceso?
¿Alguien sabe cuál es el estado actual de los jugadores que fueron parte de las selecciones menores de Sergio Almaguer y Marco Antonio “El Chima” Ruíz? Seguramente no, porque apenas si se le dieron reflectores. No hay un esquema a largo plazo que garantice, por lo menos, un trabajo serio y consecuente.
¿Qué pasa si Televisa mantiene los derechos?
Si Televisa mantiene el control de la Selección Nacional, seguiremos viendo procesos fugaces; persistirá la ausencia de un método ordenado y táctico que fomente nuevos valores desde las fuerzas básicas.
En cambio, sólo veremos una máquina mercadotécnica cuya única meta será cerrar millonarios contratos publicitarios inflando globos verdes en cada mundial.
A los de pantalón largo les duele más no llenar los bolsillos que perderse la oportunidad de alcanzar un mediocre quinto partido (que ya tuvieron Estados Unidos y Costa Rica sin mayor trascendencia).
Ojalá el tema de los derechos de transmisión crezca en la agenda pública. Poco se habló de la manera en la que Televisa maniató a Lobos BUAP hasta finalmente soltarles un hueso a modo para transmitir sus partidos pos SKY.
Hoy hay más opciones que antes
Hasta ahora los únicos que han alzado la voz son los dos de siempre: los que cuando les quitaron su rebanada de pastel se volvieron más radicales.
Pero su discurso se ha basado en que el amasiato entre la Femexfut y Televisa va en contra de “los vientos de cambio” que se viven en el país (suenan risas grabadas), dicho de otra forma: “denuncio porque a nosotros no y a ellos sí”.
Afortunadamente los tiempos actuales le ofrecen al aficionado del fútbol (y cualquier otro deporte) nuevas opciones; ya no es como en los tiempos de Francia 98 donde sólo había de dos sopas para ver a Ricardo Peláez o al «Matador» Hernández vestir la verde.
Hoy en día existe una gran variedad de opciones para ver perder a la Selección Nacional en los momentos cruciales (y también para verla ganar en algunas ocasiones intrascendentes), ya ni siquiera es necesario prender la televisión.