Equipo sin vida
A lo largo del 2013, México se ha caracterizado por ser un equipo sin vida. La eliminatoria y su recién concluida participación en la Copa Confederaciones son la confirmación de que el representativo absoluto ha perdido los conceptos básicos del juego. A pesar de que se le ganó a Japón, tuvo una actuación mediana que no le alcanza para salvar el primer semestre del año. No hay imaginación y no hay un líder que sepa atraer a los demás. Si el Tri quiere regresar a Brasil en un año, tendrá que fortalecer estas aristas, de lo contrario tendrá que ver la magna cita por televisión.