NXT TakeOver: Philadelphia demostró una vez más que si quieres ver lucha libre de calidad en WWE, tienes que voltear a la marca amarilla y olvidarte de SmackDown!, RAW y sus pago por evento.
El evento cerró con un combate estelar por el Campeonato NXT entre Johnny Gargano y el mexicano Andrade Cien Almas, estelarizando su primer TakeOver como campeón.
Aquí destaco algo muy curioso: Johnny Gargano llegó a esta lucha como el underdog que se enfrentaba al anti-héroe, Andrade Cien Almas. Es la primera vez que veo a un mexicano en el papel antagónico.
Cuando Eddie Guerrero (que no es mexicano pero así se vendía) fue campeón, derrotó a la montaña caucásica norteamericana, Brock Lesnar; cuando Rey Mysterio fue campeón (que tampoco es mexicano, pero así se vende) derrotó a dos gringos (Randy Orton y Kurt Angle) que duplicaban su tamaño.
¿Adónde voy con esto? Que siempre el papel del gladiador mexicano en el wrestling estadounidense (que no lucha libre o puroresu) ha sido el de underdog (aquel que tiene pocas posibilidades de obtener una victoria).
Quizá el que rompió ese arquetipo de desvalido fue Dos Caras Jr. en su faceta de Alberto del Río; pero, aunque ya desde antes habíamos visto a leyendas como Canek y Mil Máscaras plantar cara a estrellas internacionales, en el contexto gringo nunca había visto que un mexicano (porque Cien Almas sí es mexicano) llegara en calidad de campeón a vencer.
Una batalla de gran nivel
El combate empezó con un llamativo intento de lucha a ras de lona, donde Johnny Gargano dejó ver que no era ningún improvisado y estaba versado en ese arte.
Sin embargo, Cien Almas simplemente hizo gala de su escuela y, en cada intento de su oponente, respondía casi por acto reflejo con una contrallave para liberarse.
Por momentos se logró ver cómo Cien Almas le hacía ademanes de: “ni creas que me vas a poder agarrar”, y en efecto, Gargano tuvo que cambiar de estrategia pues en el llaveo se vio superado.
Johnny Gargano, ¿el nuevo Bryan Danielson?
El perfil de Johnny Gargano recuerda al de Daniel Bryan: un gladiador de talla menor que la de sus oponentes, pero con grandes dotes luchísticas que ponen al público de su lado.
La batalla que entregó careció de puntos flojos; dejó absolutamente todo en el ring, se levantó cuando muchos pensamos que la pelea había llegado a su fin; era una batalla que no debió perder.
Sus movimientos y habilidades arrancaron del público vítores que yo jamás había escuchado, como: “this is wrestling!” y “fight forever!”, lo que habla de la asombrosa entrega de Gargano arriba del ring.
Derrotas como las que tuvo en este NXT TakeOver aumentan el ansia por verlo finalmente alzarse con una victoria importante, y, a medida que transcurra el tiempo, la gloria se irá acumulando esperando por él.
Andrade Cien Almas no lo hizo nada mal
Aunque es el rudo, el malo de la historia, y se vale de trampas perpetradas por Selena Vega, el otrora Sombra dio una gran batalla digna de campeonato.
Su victoria ante Drew McIntyre se vio manchada por la ayuda de su manejadora; pero en esta ocasión, aunque sí hubo intromisión, defendió el Campeonato NXT limpiamente y con una gran actuación.
Con esta pelea, Andrade Cien Almas demuestra que es un luchador capaz de generar interés en los aficionados; cuando volvamos a ver su nombre en algún cartel, su lucha será una de las que más llamen la atención.
¿Qué nueva rivalidad le estará esperando? Tendrá que pasar un tiempo antes de que Johnny Gargano vuelva a retarlo, pues fue atacado por Tommaso Ciampa al final del evento, sugiriendo un ángulo entre ambos.
La batalla que dieron estos dos luchadores en NXT TakeOver confirma lo que ya es tendencia: WWE está siendo tremendamente eclipsada por el nivel de luchas que ofrece su marca amarilla.
¿Será éste el futuro de la compañía si Triple H (principal responsable de NXT) se hace de las riendas cuando Vince McMahon muera? Los fanáticos esperan que sí, al menos eso sugieren sus increíbles vítores durante esta pelea.