Durante una década estuvimos presenciando a la peor defensiva que había existido en esta liga. Los New Orleans Saints han tenido demasiados problemas para conjuntar una unidad defensiva que pueda presentar un desarrollo decente. Finalmente, después de un arranque de 0-2, consiguieron encontrar un equilibrio en su defensa y dejar de poner en los hombros de su QB, Drew Brees, el trabajo completo para ganar partidos.

DEFENSIVA/OFENSIVA

La adición de Marshon Lattimore ha representado una inmensidad para esta defensa, hoy en día es uno de los CB’s más temidos de la liga. Lattimore tiene la versatilidad para vencer ya sea en “press coverage” o cumplir perfectamente con su asignación en una cobertura en zona. Esta versatilidad a la nueva defensa le brinda una gran cantidad de variantes al coordinador defensivo Dennis Allen. Cameron Jordan está mostrando un nivel de “pro-bowler” y Sheldon Rankins ha sido un ancla de esta defensiva para detener el ataque terrestre.
A la ofensiva también han presentado cambios, mayormente en el desarrollo del sistema, New Orleans no es más un equipo que busque vencerte por aire y atacar las zonas profundas de tu defensiva. Sean Payton se ha encargado de formar una línea ofensiva suficientemente talentosa para generar un ataque terrestre respetable. Mark Ingram y el novato Alvin Kamara han sido piezas clave del gameplan de Payton. Han utilizado un “run-heavy offense” que cansa a los rivales y le abre espacios a Brees de tomar decisiones “pre-snap” para atacar vulnerabilidades que muestre el equipo rival.

SEAN PAYTON

La vuelta que le han dado a las cosas con respecto a los 2 primeros partidos en los que no se vieron de buen nivel tiene que ver con un trabajo excepcional de los coaches. Sean Payton tiene que ser considerado fuerte candidato a ganar el Coach del año.
Anteriormente ha tomado decisiones cuestionables, pero este año ha hecho un trabajo impecable que se refleja domingo a domingo con una actuación excelente y un equipo muy disciplinado tácticamente.

El efecto Brees

Drew Brees, por su parte también ha tenido un año fantástico, a día de hoy, pienso que entre Tom Brady y él debe estar el ganador del premio al MVP. Es increíble que a pesar de tantos años el nivel reflejado siga siendo élite. Se piensa que eventualmente se notará un descenso en la velocidad que le imprime a sus envíos, sin embargo yo sigo viendo un pasador muy agresivo en sus decisiones.

¿LLEGARÁN LEJOS?

En líneas generales, New Orleans se perfila como candidato a cosas importantes este año. Tienen la experiencia, el juego terrestre y la seguridad de un QB élite. Hoy por hoy los veo como el caballo negro de la conferencia nacional, no me sorprendería nada verlos en Minneapolis en el mes de Febrero.