Miguel Herrera, tomaste el barco de la Selección Mexicana cuando se hundía, lograste rescatar a un grupo que estaba en el hoyo futbolístico y aún más estancado en lo emocional.
Pese al poco tiempo de trabajo, sorprendiste a pocos y extraños por la rápida adaptación que conseguiste en los jugadores a tu sistema de juego, los convenciste eficientemente con tu idea e integraste de magnífica forma a los «europeos» para lograr una más que decente participación en un Mundial al que estuvimos a nada de faltar y al que tú nos calificaste.
Destacas principalmente como motivador, pero me parece injusto que pocos te reconozcan tus conocimientos tácticos. El 5-3-2 lo manejas como pocos en el mundo, y cuando parecía que eras un necio que no salía de su fiel y repetitivo estilo, de pronto, tras analizar a Holanda, decidiste hacer una maniobra que nadie esperaba, ordenaste un 4-4-2 teniendo como contenciones al «Gallito» Vázquez y a Diego Reyes (todos lo ubicábamos antes del partido como central acompañando a Alanís y a Herrera Equihua) para cortar los circuitos del cuadro de Hiddink encabezado por Wesley Sneijder.
Con lo anterior dejaste claro que has evolucionado como técnico en todos los sentidos, mandaste el mensaje de que eres innovador, así como de mente abierta y, sin duda, hasta ahora has convencido, te has convencido, como el ideal para el banquillo tricolor.
No importa que aparezcas por todos lados y que actúes como si fueras Secretarío de Turismo, siempre y cuando sigas dando resultados en la cancha com o hoy en día, disfruta el momento y aprovecha el puesto que tienes, al que al día de hoy les has sacado demasiado jugo, en todos los sentidos, a una naranja que parecía podrida.
¡Piojo, sigue así, mejorando partido a partido!