Conclusión

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Se antoja difícil decir que Guadalajara ha mejorado tras el clásico, eso sí, la impotencia de haber jugado bien y no sacar el resultado puede convertirse en un handicap en contra, además, el panorama para sus delanteros se complica cada vez más, ya que siguen pasando las jornadas y se nota mucho la desesperación por romper las mallas, así que, en general, el futuro pinta muy oscuro para los de Mathías Almeyda, que conociendo a su jefe, dentro de poco le estará poniendo la soga al cuello.

Por lo pronto, Chivas ya debería estar planeando el próximo torneo, con o sin Almeyda, el rebaño no se puede permitir salir a comprar a la mera hora, sino, volverán a tropezar con la misma piedra y se verán escasos de plantel como les está pasando ahora.