Puebla con piel de jaguar.

Yo ya no entendí, algunos decían que Chargoy vendería al Puebla, que TV Azteca lo había tomado, luego que siempre no, en fin. Todo este ramillete de dudas y jaloneos repercute en lo que pasa en la cancha, y el inicio del Puebla es el mejor ejemplo.

Aquellos tiempos en los que el equipo de la angelópolis mostraba buen fútbol de la mano de Alustiza, «el hobbit» Bermúdez, entre otros, que incluso los llevó a Liguilla parece que ha quedado atrás, ya que los refuerzos no parecen tener el nivel adecuado para mantener a flote, y viendo los problemas de descenso, peor.

El equipo del «chiquis» García fichó por docena, muchos de ellos emigrando del descendido Jaguares o consiguiendo cesiones de jugadores del ascenso, lo cual no sorprende dado el precario estado económico de su directiva, siendo Moisés Muñóz y el canterano americanista, Erick Pimentel, quienes resaltan, pero que difícilmente marcarán diferencia, que quede claro, no demerito a Moi, pero viene arrastrando el descenso de Jaguares y parece que Puebla va para el mismo embrollo.