Madridistas descontentos
Probablemente sea más fácil analizar los futbolistas con los que Mou no tuvo problemas durante su estancia en la capital española, que los que sí.
El ejemplo más claro es Iker Casillas. Mou fue el primero en dudar de la capacidad del portero indiscutible del Real Madrid. El capitán de la mejor selección del mundo, San Iker, como lo apodan en España, se vio recluido al banquillo. Muchos vieron en el gesto un desplante del técnico cuyo único objetivo era realzar su poder dentro del vestuario blanco. La posterior lesión del madrileño y fichaje de Diego López dio continuidad a un conflicto que todavía no ha cicatrizado.
El segundo capitán de la casa Blanca, Sergio Ramos, también tuvo sus conflictos con el entrenador. Reivindicó públicamente la titularidad de su amigo Ozil. «El Real Madrid necesita un entrenador que confíe en su plantilla», Declaró. Sin embargo, su relación terminó de manera amistosa, con un abrazo de reconocimiento mutuo. La prensa europea llegó a asegurar que el portugués había intentado llevarse a Ramos con él a Londres.
Pero Mourinho no solo rivaliza con los españoles; la estrella merengue Cristiano Ronaldo mostró su descontento público con su compatriota. Muchos sitúan las desavenencias entre ambos como la razón que animó a Mourinho a marcharse definitivamente del Madrid. Declaraciones como «Yo entrené al verdadero Ronaldo, el brasileño» demuestran que los días en los que Mou defendía con vehemencia al de Madeira quedan ya muy lejos. Pedro León y Kaká también fueron el blanco de las quejas del entrenador. El Balón de Oro brasileño llegó a catalogar a Mou de «mala persona»
