Si existe algún torneo que de verdad ilusionaba al aficionado era el Mundial Sub 17, competición que ya se ha conseguido en dos ocasiones y que dado el buen trabajo que se supone se viene realizando, México debería ser potencia en dicho rubro. Sin embargo, el once dirigido por Mario Arteaga se fue de manera temprana y sin ganar un solo partido.

Tras este desastre, veamos lo que nos dejó -si es que dejó algo- la participación del TRI Sub 17 en el Mundial de India.

Retroceso

El sorteo no fue nada benevolente para México, situándoles en el «grupo de la muerte» con Inglaterra, Chile e Iraq, lo cual, no es pretexto para el tremendo fracaso que protagonizaron en este mundial, avanzando con apenas dos empates y como tercer lugar. casi arrastrando

El equipo jamás mostró un sistema de juego definido, centrando todas sus esperanzas en la habilidad de Diego Lainez quien en más de una ocasión se tenía que sacar más de un rival de encima y sorpendentemente lo logró, pero no podía hacer todo, quedando aislado por sus propios compañeros que visiblemente estaban varios escalones abajo del americanista.

¿Y el talento?

Decir que este fracaso es resultado de la enorme cantidad de extranjeros que hay en la Liga MX y la poca oportunidad que se les da a los locales es caer en el lugar común y elegir la salida más fácil. La realidad es que en los tiempos en que esta Selección era más fuerte no había tampoco una desbandada de jugadores de esta edad en Primera División ya consolidados como pasa en otras latitudes lo cual es bastante difícil, al contrario, mucho de ellos eran muy underground alejados de los reflectores, y de hecho, mucho se quedaron así. No olvidemos que se trata de un mundial infantil.

Consolidación

El único aspecto que me deja un poco a gusto es el hecho de que Diego Lainez levantó la mano y se trató de echar al equipo al hombro, confirmando no sólo que es un jugador distinto -lo cual ya sabíamos- sino que tiene el liderazgo suficiente para comandar un equipo y los pantalones para no achicarse cuando los reflectores están sobre él, cualidad que muy pocos tienen.

Ojalá que algún scout europeo le eche el ojo y se lo lleve como ha sucedido con otros futbolistas como Vela o Jesús Corona, que la verdad es que sí tiene con qué romperla allá.

Conclusión

Cuatro juegos jugados, dos empates y dos derrotas, así es balance de la Selección Mexicana en India 2017. Sin duda, la peor participación en mundiales juveniles de los últimos 15 años, lo cual, deja una seria preocupación sobre el destino del proyecto de equipos menores, que tal parece se ha desatendido bastante, para muestra el fracaso en Juegos Olímpicos del año pasado.

En lo personal no veo cómo regrese aquella generación dorada que ilusionaba en cada competencia, los directivos dejaron de interesarse hace ya un rato en este aspecto, que la verdad, terminaba siendo un proyecto sin piernas que al pasar el sub 20 se terminaba marchitando. La lección es que por muy bien llevados que estén los chavos, si en el profesionalismo no les das cabida, terminan vendiendo perros calientes, lejos del fútbol y desperdiciando su talento.