La destitución de Roberto Mancini al frente del Manchester City fue la confirmación del gran fracaso europeo del año. La derrota del sábado pasado en la final de la FA Cup fue la gota que derramó el vaso para los dirigentes del equipo inglés. El haber quedado eliminado de todas las competencias hizo que el Jeque Al Mansour Bin Zayed Al Nahyan se le acabara la paciencia y empezara a tomar decisiones.Estos son los momentos que marcaron la debacle del City:Adiós a Europa
Después de la conquista de la Premier League, los dueños del conjunto inglés apuntaban a conquistar el cetro más importante a nivel de clubes en Europa. La Champions League era el principal objetivo de Mancini pero nuevamente fracasaron en el intento. Por segundo año consecutivo los citizens se quedaban en la Fase de Grupos de la competencia, confirmando un nuevo fracaso continental.
Refuerzos medianos
Para poder aspirar a ganar cualquier título, es necesario apuntalar el plantel, pero la manera en que se reforzó el City dejó mucho que desear. El mediocampista Javi García procedente del Benfica y Maicon del Inter, llegaron como las grandes contrataciones. 10 meses después están las consecuencias. Ninguno de los dos ha logrado adaptarse por completo a la Premier, por lo que resultaron ser un auténtico fracaso. Los refuerzos dejaron mucho que desear.
Ideología ganadora
El fenómeno de hacer equipos grandes a através de los petrodólares no es parte de la filosofía del futbol y menos si son equipos que a lo largo de su historia han deambulado en la parte media baja de la tabla. El City no tiene lo que los equipos como el Barcelona, Real Madrid, Manchester United y Bayern Munich poseen: una ideología ganadora, es decir, tienen la mentalidad de siempre estar ganando todo, no importando el torneo que sea. Los ingleses después de ganar Premier, se les acabó la mantalidad ganadora. Esta virtud solo los equipos grandes lo tienen y el City no lo es.
