Samir Shaker
La primera ocasión en que FIFA sancionó un futbolista a posteriori de un partido, fue en México 1986, donde, en el duelo de Primera Ronda, entre Bélgica e Iraq, se dio una jugada insólita, cuando el futbolista iraquí, Samir Shaker reclamó al árbitro de manera inesperada, llegando al grado de escupirle al juez, situación que se tornó, aún más inesperada, cuando el colegiado, ni siquiera movió un dedo para echarlo del encuentro; una vez terminado el duelo, la Federación Internacional decide tomar cartas en el asunto e impone uno de los castigos más longevos, suspende al iraquí de toda actividad futbolística, por doce meses.
