Universidad vive uno de los peores momentos en su historia. El lunes por la noche se confirmó que Pumas está en crisis. Últimamente algunos empates maquillaron su paupérrimo nivel de juego. América, el rival odiado, correspondió a las expectativas de su afición y a su capacidad económica. Simplemente, Las Águilas salieron a jugar el partido como un clásico.
Por su parte, el equipo auriazul salió a jugar con el mismo miedo que reflejaba la cara Antonio Torres Servín. La lluvia que cayó sobre el estadio Olímpico México 68 evitó una goleada histórica y lo dejó tan sólo en un contundente 1-4.
