La actualidad del fútbol mexicano se ve mermada por los intentos de contrataciones bomba, la inclusión de extranjeros que sólo vienen a cobrar y los promotores que con tal de sacar una buena tajada, acomodan a jugadores que son considerados como cartuchos quemados en equipos, metidos con calzador y mermando la dinámica de una plantilla que, en nuestro fútbol mexicano, casi nunca es diseñada en exclusiva por un director técnico conforme a sus necesidades y sus ideas para armar un cuadro competitivo.
Estamos acostumbrados a que directivos, promotores y marcas comerciales metan la mano hasta en el cuadro titular y decidan quiénes inician. Todo esto derivó un día en un bajón de juego inminente, máxime cuando las figuras se hicieron viejas, pues por brincar de un club a otro y la inclusión de extranjeros y ahora la naturalización de los mismo terminó afectando el nivel de juego.
Torneos anteriores a este Apertura 2015 habían presentado una baja importante de juego. Demasiados empates, triunfos por la mínima, liguillas con los líderes de la tabla avanzando por empates a cero en marcador global. Goleadores del torneo con 9 dianas, máximo 11. Pero este torneo fue la excepción, algo cambió. Hubo mejores juegos, mejores partidos, mejores anotadores y mejores defensas. Más táctica, garra, entrega, emoción y goleadas también.
¿Habrá sido el torneo corto mejor jugado?
