Dallas es conocida por ser una ciudad de futbol americano, Texas es famoso por ser el principal estado que genera mariscales de campo en todo el país. Las universidades, a pesar del reciente éxito de Texas Tech en el March Madness, son reconocidas por su buen nivel en el americano y por los jugadores que salen de ahí.
Hasta antes de que llegara Dirk a los Mavericks, eran los Rockets de Houston los que habían sacado la cara por el estado, los Spurs ya habían ganado y su época dorada estaba por comenzar. Los Mavs eran el patito feo, si nos referimos al deporte ráfaga.
¡Cambió todo!
Pocos jugadores en la historia han cambiado la cara de una franquicia como Dirk Nowitzki. Fue el noveno pick de los Bucks en el draft de 1998, rápidamente fue cambiado a Dallas donde Mark Cuban estaba por construir algo grande, con él como buque insignia.
El alemán llegó siendo un total desconocido a la ciudad, los europeos habían tenido un cierto éxito en el mejor basquetbol del mundo, pero en aquella época se veía como algo muy arriesgado el tomar a uno y tan alto en el draft.
Primeros años
Los primeros dos años fueron de conocer el mundo de la NBA. Ya en la 99-00 promedió 17 puntos por partidos. Fue en la siguiente donde tuvo su temporada breakout. De la mano de Don Nelson, los Mavs eran este equipo con jugadores de varios países, el mexicano Eduardo Nájera, el canadiense Steve Nash y el chino Wang Zhizhi estaban en el roster, además del alemán, como la armada extranjera en sus primeros años.
El estilo de «Nellie» potenció el juego de Dirk, ofensivamente se convirtió en alguien imparable, un jugador de tanta estatura y tirando triples era una rareza, fue el primero que lo hizo al más alto nivel. Kevin Durant, Karl-Anthony Towns y muchos más han declarado que Dirk los motivó para no sólo aprovechar su altura en la llave, también para explotar su tiro externo, indefendible.
De su mano, los Mavs se convirtieron en una potencia en el oeste en la primer década del 2000. Compitiendo con los Lakers de Shaq y Kobe, los Spurs de Duncan y Pop, los también espectaculares Kings, los Timberwolves de Garnett los veteranos Blazers y hasta un poco después los Suns del mismo Nash.
La luna de miel para Dirk, alrededor de la liga, terminó en el 2006 y 2007. Un contraste pues estaba en su mejor momento, por fin llegó a sus primeras finales que perdió en casa con el Heat de Wade. Un año después ganó el premio MVP de la temporada regular pero fue eliminado por los Golden State Warriors en una sorpresa de 8 vs 1. A los Warriors los dirigía Don Nelson, su viejo amigo, Stephen Jackson lo marcó muy bien y en años consecutivos recibió golpes duros para su carrera. Su entrega de MVP es recordada por ser una de las más incómodas.
En 2008, 2009 y 2010 perdió dos veces en primera ronda. Los cuestionamientos de si sólo era un buen jugador ofensivo, pero que no tenía «eso» para llevar a su equipo al siguiente nivel ya estaban más que instalados. El medio en general ya se había dado por vencido con él y entraba en la categoría Charles Barkley o Karl Malone, grandes talentos pero no campeones.
La hora de la verdad
A su vida llegó Rick Carlisle en 2008. De buenos años en los Pacers, nunca había dirigido a un tipo como Dirk. El momento llegó en la 2010-2011. Los Lakers ya iban de salida, los Spurs, sus eterna pesadilla, fueron eliminados en primera ronda siendo el primer sembrado, y el Thunder todavía estaba a un año de explotar como equipo.
En las Finales se volvió a encontrar con el Heat, pero ahora, Wade tenía a su lado a LeBron James y Chris Bosh, un súper equipo que partía como favorito para ganar su primero de varios campeonatos. Y casi ocurre a expensas de los Mavs. En el partido 2 comandó una remontada de 15 puntos. El partido 4, con gripe, lo sentenció con un layup faltando 14 segundos y así empatar la serie, salvando la temporada y tal vez su legado. Los partidos 5 y 6 fueron para ellos, LeBron no supo que hacer ante buenas marcas de Chandler y Marion, Terry no dejó de meter triples y los Mavs ganaron su primer campeonato en Miami. Dirk se fue corriendo al vestidor, un allegado de la liga le informó que tenía que salir a recibir el premio MVP y de campeón. Esa imagen de él yéndose, con el partido acabando, quedó como icónica en las Finales.
Los Mavs no volvieron a ser los mismos, perdieron en primera ronda varias veces al dejar ir al equipo campeón en 2011, no firmaron buenos agentes libres y no armaron equipos contendientes. Los últimos 3 años de su carrera no pudieron hacer los playoffs. En el último, apareció otro europeo como Luka Doncic para tomar la antorcha y tratar de que los Mavs sean relevantes los siguientes 15 años, si repite lo de Dirk, la ciudad se dará más que bien servida.
Legado
Dirk Nowitzki dejó un legado grande desde su estilo de juego, se repuso a caídas en el medio de su carrera para obtener el ansiado título. En números es el sexto máximo anotador en la historia de la NBA con 31,560 puntos. Será jugador top 25, top 30, algo impensado si vemos su porte en sus primeros años. La estatua afuera del American Airlines Center le espera, Dallas terminó siendo su ciudad, es el jugador que más tiempo pasó en un sólo equipo en la historia de la NBA. Dirk es Dallas y Dallas es Dirk, la historia del deporte no se puede contar sin nombrar al alemán, y ese es el mejor halago para un atleta.