San Lorenzo.
El conjunto de Boedo fue campeón de la Copa Libertadores por primera vez en el 2014, se quitó esa etiqueta de ser el único grande de Argentina que aún no había levantado el trofeo más importante de clubes en el continente. Pero desde entonces no ha pasado de la fase de grupos en la Copa, el año pasado se quedaron fuera en un duro grupo con el Corinthians y el Sao Paulo, este año de nuevo les tocó con un grande de Brasil como el Gremio, pero la sorpresa fue el Toluca de José Cardozo que ante todos los pronósticos se quedó con el liderato del llamado grupo de la muerte con una fecha por jugar.
El pecado de San Lorenzo fue el no haber ganado ante los Diablos Rojos y Gremio en casa, las dos veces empataron a 1 y en el primer partido de la Copa perdieron con la Liga en Ecuador 2-0, esa fue la única victoria de los Ecuatorianos. La eliminación se consumó en Toluca cuando dejaron ir una ventaja de 0-1, Toluca lo dio vuelta en el segundo tiempo. Es verdad que las 3 visitas fueron muy complicadas, del llano a la altura 2 veces, a México que es un viaje muy largo y Ecuador de igual manera, la otra a Porto Alegre contra Gremio nunca es fácil, pero como ya se comentó, la calificación la perdieron en casa.
Pablo Guede llegó como un entrenador revolucionario y de otro perfil totalmente distinto al de Edgardo Bauza, se esperaba que San Lorenzo mostrara un fútbol más bonito y espectacular que con el «Patón» pero en la Copa no se vio, golearon a Boca Juniors en la Supercopa a principios de año y en la liga no están mal, aún tienen chances de ser campeón y de hecho son el único equipo grande de Argentina que puede lograr el pase a la Copa Libertadores 2017 vía el torneo local. Pero la base de los: Torrico, Caruzzo, Buffarini, Más, Ortigoza, Mercier, Romagnoli, Cauteruccio y Matos (que vienen jugando juntos la mayoría desde hace 2 años y medio) parece terminada, si no ganan la liga parece que culminará un ciclo exitoso en la historia del club, el principio del final comenzó en el grupo 6 de la Copa Libertadores 2016.
