A esto se le llama hacer historia. México ha logrado posicionarse en una instancia importantísima en los juegos olímpicos. El tri está más cerca que nunca de conseguir una presea que sería histórica para el futbol mexicano. Si bien es cierto que los juegos olímpicos no son la plataforma más vistosa que el futbol puede ofrecer, representan un nivel importante y de prospectos futuros a destacar en el futbol mundial. ¿El más reciente? Lionel Messi y la Argentina que se coronó en los juegos de Beijing.
Hoy México cuenta con la oportunidad de mostrar que esta generación está para cosas grandes. Si, aún estamos hablando de una selección menor, sin embargo, el nivel es mucho más cercano a lo que te puedes encontrar en los máximos circuitos. No estamos viendo a “niños” de 17 años, donde la calidad mostrada aún puede ser variable, presenciamos un nivel donde el desarrollo de cada jugador está cerca de llegar a su fin.
Campeonatos de menor importancia ya han sido ganados. Los Panamericanos fueron un excelente comienzo, donde el apoyo de la gente fue crucial. El pre-olímpico empezó a consolidar al grupo, y Toulon fue más que una “esperanza” para la afición. Hoy sabemos que estos jugadores ya saben lo que es GANAR. No tienen miedo a levantar trofeos.
Hablemos de Senegal. El tri fue capaz de contrarrestar la potencia africana, sin embargo, aún no vemos ese México capaz de controlar la pelota, de modo que el rival no pueda tener acceso a ella. El partido fue muy parejo, y definido por errores de la defensa de Senegal, perfectamente aprovechados por los mexicanos. Pero si hay que hablar de alguien, es de Chuy Corona. No dudemos que pronto llegue una oferta del extranjero, principalmente de Inglaterra, pidiendo al cancerbero mexicano. ¡Qué clase de atajadas!
Antes de pensar en la final, habría que resaltar la importancia del partido frente a Japón. No fue en competencia, sin embargo, México ya cayó recientemente ante los asiáticos, y fue a pocos días de empezar los juegos. El ritmo de juego que presentan los orientales es impresionante, la calidad es un poco más limitada. Los dos equipos llegan embalados, y más importante, motivados de poder conseguir una medalla. El encuentro será igual o más parejo que contra Senegal, y el equipo que sepa aprovechar mejor los errores del rival, saldrá victorioso.
La otra semifinal suena más “lógica”. El pentacampeón mundial la estará disputando, y podríamos pensar que seguro gana. Pero… ¿Se puede descartar tan fácilmente a los coreanos? México no supo ganar ante Corea, y creo que para Brasil será complicado encontrar el camino.
En pocos días conoceremos quien disputará el oro olímpico, y me queda claro que en oriente están más preocupados por otras disciplinas. La disputa por el oro, esta vez se queda en occidente, y México tendrá la oportunidad de jugar “la final soñada” ante el pentapichichi y dueño de la sede del próximo mundial y juegos olímpicos.
Fernando Julien
Twitter: @guerojulien