El Futbol Club Barcelona ha salido vivo de Stamford Bridge, cancha que regularmente se le complica pero que tras ver el desempeño reciente del Chelsea muchos pensaban que tendría un desenlace más favorable, incluso que hasta se podría ganar ahí. El empate que se ha topado el conjunto culé con gol de visitante pone la eliminatoria un poco más cómoda para cerrar en el Camp Nou, sin embargo, no deja de haber un cierto halo de desconfianza por el nivel mostrado, no sólo en Londres, sino por lo visto desde que se regresó de vacaciones invernales, lo cual muestra una clara tendencia a la baja. Analicemos a fondo el presente catalán.
No es una crisis
Con el nivel tan costante del Barcelona, cualquier baja de juego llama la atención de inmediato, por lo mismo el desempeño del equipo en las últimas semanas más lo sucedido en Stamford Bridge debe encender las alarmas. Y es que si revisamos los resultafos recientes, el Barça ha sostenido con pinzas su andar tanto en Liga como en Copa en este 2018, con cuatro empates y una derrota, la cual, afortunadamente fue en Copa del Rey y se pudo revertir, pero en LaLiga ya ha visto dismiuida su ventaja con respecto al Atlético de Madrid, equipo al que enfrentará en las próximas semanas.
Con lo anterior en mente, es obvio que el cuadro de Valverde no está en crisis, pero ya hemos visto en el pasado que estas pequeñas grietas en la estructura del equipo catalánn terminan resquebrajando todo cuando la presión aumenta, y si el Técnico no toma cartas en el asunto desde ahora puede pasar a mayores.
¿Qué está pasando?
¿Las fiestas decembrinas les quitaron la magia? No creo, todo apunta a la sobrecarga de trabajo, lo típico, en especial cuando alcanzas tu tope futbolístico en noviembre-diciembre y para la hora importante el cuerpo te pasa factura, además, las lesiones han hecho mella en futbolistas que estaban llamados a marcar la diferencia, por ejemplo el fichaje del verano por el que tanto se peleó, Ousmane Dembelé, que con la lesión sufrida apenas si ha sentido la cancha en este semestre, a tal grado que ni siquiera se ha estrenado marcando con la playera blaugrana y parece relegado en el vestuario.
Otro aspecto que ha mermado mucho la estabilidad es la baja de nivel de Paulinho, jugador que tras su fichaje fue criticado, pero que sorprendentemente dio muy buenos resultados en sus primeros meses. El asunto es que hoy palidece mucho y el mediocampo culé lo está resintiendo; sólo basta con ver su pobre desempeño ante Chelsea para darse una idea de cuánto peso tiene, y si a eso le agregamos que no tiene mucho recambio peor aún.
Futuro
Vaya momento para tener un bache, al Barcelona se le viene la definición de la liga ante el Atlético de Madrid, el pase a Champions con el Chelsea y un poquitín más allá la final de Copa ante Sevilla, que si bien no es tan relevante si la pierdes puede ser un golpe anímico duro en un mes clave como lo es abril.
Viendo la recuperación del Real Madrid, o el nivel imparable de conjuntos como el Manchester City o el Bayern München, dudo mucho que jugando así el Barcelona vaya a llegar lejos, es más, el propio Chelsea mostró más potencial para quedarse con esta serie, y no descartaría que en Camp Nou hicieran la travesura, a final de cuentas, el inicio de este año ya nos demostró que el conjunnto de Valverde es vulnerable incluso en su propio campo.
En lo personal no me parece que este equipo tenga pinta de Campeón de Europa, está en un momento de transición en cual aún no se adapta bien cuál será el nuevo estilo, es verdad que los de siempre están sosteniendo la casa en los momentos de apremio, pero a la hora de la verdad no les va a alcanzar, como máximo los veo llegando a semifinales, siempre y cuando el sorteo sea benéfico y no se topen con alguien enrachado, mientras que en Liga, el colchón será suficiente.