El equipo mexicano acaba de enfrentar la primera prueba importante rumbo a Brasil 2012. El camino aún es largo, sin embargo, éste se está forjando desde los partidos iniciales. El encuentro no presentó grandes sorpresas y aún existe incertidumbre sobre el funcionamiento mexicano a lo largo de la eliminatoria. Lo que tampoco sorprendió fue la falta de educación de la gente salvadoreña al chiflar el himno mexicano, quien sigue demostrando una actitud retrógrada e incorrecta, dejando muy en claro las razones principales del pausado desarrollo del país.
El partido empezó sin que ninguna de las dos escuadras pudiera tomar el control de la pelota. Lógico para México, quien especulaba sin llegar a correr grandes riesgos. El Salvador no fue capaz de aprovechar la condición de local, y no fue hasta el minuto 15 que los dirigidos por el chepo tomaron el control de la pelota. Es grato ver como jugadores relativamente jóvenes empiezan a mostrar oficio suficiente para manejar partidos como este.
Al minuto 20 parecía que México empezaría a generar opciones claras de gol, y fue Barrera quien no pudo aprovechar el primer mano a mano del partido, misma acción provocadora de ilusión en la afición tricolor. Sin embargo, EL Salvador fue capaz de contener la euforia mexicana, generando una clara oportunidad al minuto 25, quien puso a prueba las capacidades de Corona que estaba bien ubicado para detener el balón. Posterior a esto, el partido entró en un tono gris, en el que ningún equipo dominaba claramente.
¿Inteligente planteamiento? Es clarísimo que México no intentaba hacer más, ya que llevar las acciones al congelador era precisamente lo que el chepo quería hacer, y de forma periódica ir encontrando los espacios para liquidar al rival. Dicha estrategia era acertadísima de acuerdo a las circunstancias y el entorno del partido.
La segunda parte no empenzó muy diferente. El equipo mexicano quería seguir sobre la misma línea, y aprovechar algún descuido de la zaga salvadoreña. El chicharito ilusiona a los fanáticos rápidamente después de un gran servicio que Giovani no es capaz de rematar. Posterior a esto, el juego nuevamente se enfría y entra en un ritmo lento y aburrido. No fue hasta el minuto 15 que El Salvador mostró deficiencias preocupantes para dejar sólo a un mediocampista mexicano frente al portero local. Zavala define de forma precisa, y nos hace pensar que México empezaría a despuntar.
Las cosas parecían controladas, hasta que el guardameta mexicano comete un grave error. El poste del portero debe de ser resguardado y nunca descuidado en un tiro libre, cosa que no pudo hacer Corona, abriendo las puertas de nuevo a las dudas sobre el arco mexicano. Esto despertó a una afición decepcionada, quien sentía complicado que su equipo pudiera despuntar.
En cierta medida, los cambios del chepo fueron acertados, ya que dos Santos no fue capaz de tomar las riendas del encuentro, sin embargo, creo que Barrera también debió haber abandonado el encunntro anteriormente, debido al nivel mediocre en el que se encuentra. Claro reflejo de la poca participación en sus equipos a lo largo de la temporada.
Reyna tiene un manejo de pelota envidiable, mismo que benefició a México con su ingreso a la cancha. Jugada relativamente fortuita en la que el combinado tricolor toma la ventaja. Héctor Moreno se incorpora para tomar parte del ataque en pelota detenida, y toma ventaja de su posición para anotar.
México se coloca como líder de grupo, pero es claro que aún no es convincente en su forma de juego. En el Cuscatlán, había que ganar como fuera, y de esta forma se pasó la prueba. El camino aún es largo, y en los primeros dos partidos aún tenemos dudas sobre si esta selección podrá hacer historia.