El Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) ha presentado el combate estelar del 86 Aniversario, el evento más importante de la llamada “Seria y Estable” en todo el año. Una lucha en jaula conglomerará la cabellera de ocho gladiadores, combinando rivalidades al vapor y otras medianamente construidas.
La batalla se integrará por el cuartero que improvisó un conflicto en el Grand Prix: Volador Jr., Negro Casas, Bárbaro Cavernario y el desconocido Bid Daddy (quien demuestra lo barato y fácil que es estelarizar un aniversario del CMLL). A ellos se une la rivalidad de Último Guerrero y Cibernético, terciados por «el metiche» Mesías (Gilbert El Boricua).
¿Es ésta la pelea que el público estaba esperando o nuevamente el Departamento de Programación del CMLL ha hecho gala de su ineptitud? La respuesta podría parecer obvia, pero un análisis nos dará una interesante respuesta.
Una conferencia de prensa muy interesante
El miércoles 4 de agosto el CMLL realizó la conferencia de prensa para anunciar el combate estelar del 86 Aniversario. Más allá del letárgico y aburrido formato que siempre han manejado, lo interesante fue ver a Juan Manuel Mar y Franco Colombo como los directivos responsables del muy criticado departamento de programación.
Pero no sólo eso, Juan Manuel Mar únicamente tenía dos contratos: uno para Último Guerrero y otro para Cibernético, es decir, el plan original era tener a ellos dos en un duelo por las cabelleras; sin embargo, así de la nada, atrás del contrato de Último Guerrero, el programador garabateó un texto comprometiendo a todos los luchadores a una lucha de apuestas en jaula confirmado que las cosas se hacen al vapor.
¿Esa es la seriedad de la Seria y Estable: escribiendo contratos al reverso de los contratos originales; con esa ligereza armaron el encuentro estelar del supuesto evento más importante del año de la lucha libre mexicana? Lo que se vio en esa conferencia de prensa fue muy ilustrativo de por qué el CMLL es incapaz de generar expectativa con luchas de alarido.
¿Es la lucha que la afición esperaba para el 86 Aniversario?
No hay que perder de vista algo: “la afición” es un sustantivo con múltiples referencias, es decir, hay varios tipos de aficionados. En una muy interesante entrevista realizada por Ernesto Ocampo, Dorian Roldán (actual mandamás de Triple A) identificó tres tipos de aficionados: los hardcore, los casuales y la audiencia en general.
En el primer rubro están los conocedores profundos del pancracio; en el segundo rubro están los que les gusta la lucha pero sus conocimientos le impiden diferenciar entre Triple A y CMLL; y en el tercer rubro están los que van a las luchas nada más por ir, como si fueran al teatro, al circo o a cualquier evento para divertirse, ajenos totalmente a las historias y rivalidades.
Lo interesante es que, de acuerdo con Dorian Roldán, el primer rubro es apenas el 5% del universo de fanáticos; el segundo se lleva el 45% y es el tercer lugar el que se queda con el 50%. Dorian es claro: “tenemos que intentar es que ese 5% crezca lo menos posible”.
El CMLL vive de ese público al que no le importan las rivalidades; que no le importan las historias; que simplemente paga el boleto para ver a personas enmascaradas aventándose del ring sin tener idea de quiénes son, de dónde vienen, con quién han tenido rivalidad ni nada. Esa es la gente que llenará la Arena México, la que pagará un boleto y le seguirá dando de comer a a Juan Manuel Mar, Franco Colombo y al resto del CMLL. L.A. Park declaró una enorme verdad: “ustedes (la afición) tienen la culpa porque, les pongan lo que les pongan, ahí van y llenan”.
No se trata de convocar un boicot; se trata de entender que el CMLL jamás se va preocupar por tener un departamento de programación congruente porque su producto no es consumido por fanáticos de la lucha libre sino por personas que buscan el mismo entretenimiento que puede ofrecer el teatro, el circo, el cine o cualquier actividad de distracción.
Es por esta razón que la lucha en jaula del 86 Aniversario del CMLL sí es el evento que todo el público que llena la Arena México esperaba. Lástima.