Richard Sherman & Brandon Browner.
Ok, son dos jugadores, pero quiero tomarme la libertad de sacar este comodín (o par de ases) para ser objetivo y tener tres elementos por cada equipo en lugar de tres y dos.
Este será un gran duelo de esquineros. Olvidémonos de los receptores a los que les toque cubrir, corners como por ejemplo Darrelle Revis, representan un verdadero peligro para Russell Wilson. Pero escojo a Browner por una razón: es un ex–Seahawk. Un juego como el SB lo estudias hasta el cansancio; lo sueñas, y sin duda será muy interesante ver quién conoce mejor a su rival. En ese sentido, Brandon Browner tiene la ventaja de conocer a su rival, saber cómo juegan, cuál es su flanco débil y, sobre todo, leer los movimientos del QB rival.
Siendo Darrell Revis un veterano que regresó a su mejor nivel y que seguramente tendrá más que bien cubierto a Doug Baldwin, tal vez Wilson prefiera ir a la zona de un viejo conocido, y Browner, a pesar de que batalló en la temporada y sus discretos números (sólo una intercepción), es el que puede representar más peligro para los de Seattle.
Browner puede ser clave si Wilson se confía y decide probarlo. Una ofensiva larga cortada por una intercepción o por un fumble provocado por Browner serían un golpe fuerte. Nos ha quedado claro que Seahawks sabe levantarse de la adversidad, pero esto es un Super Bowl, y equipos como los Patriotas difícilmente perdonan los errores. Los hermanos Rex y Rob Ryan sabe de eso.
En cuanto Sherman, es un esquinero encendido, de retos y al que le gusta jugar con fuego. Dos personalidades muy distintas, pero misma efectividad. Sabemos de lo que es capaz y que sube aún más su nivel si “lo pican“. Los Packers y 49ers han vivido la frustración de enfrentarlo en momentos clave, y hasta el mismo Tom Brady sabe que con él no se juega, al menos en cuanto a hablar. Ahora, Sherman tal vez no esté al cien por ciento el domingo, y de ahí el que su figura también pueda jugar en contra. Arriesgar el físico (como suele hacerlo), podría resultar en ser quemado por Brady o peor aún: salir lesionado. Y un duelo sin su dominante figura definitivamente cambia el escenario. Ambas son posibilidades, pero lo que sí es seguro es que Sherman no pasará desapercibido y puede transformar el marcador si se lo propone.