La afición de Veracruz ha tenido muy mala suerte. Malas contrataciones, malos manejos y sobre todo el desorden directivo han llevado al conjunto del puerto a descender en dos ocasiones. Además, en 2011, la Federación Mexicana de Futbol los desafilió por «dejar de cumplir con sus obligaciones económicas para con la FMF y sus afiliados.»
Sin embargo, este equipo no tiene nada que ver con esas administraciones. Es más, no tiene nada que ver con los Tiburones Rojos que se fundaron en 1943. Este Veracruz es producto de la compra de franquicias que se dio al finalizar la temporada pasada en el Ascenso MX.