Son acontecimientos que muchos consideran como “obras benditas”. Eventos inexplicables, deslumbrantes y sorpresivos. Estos actos, son definidos como “milagros”, y aunque todos oramos por uno, pocos son los dichosos que gozan de sus bondades. El emparrillado no está exento de sus efectos, ya que a lo largo de los años, hemos sido testigos de grandes momentos, que sólo pueden definirse con esta “beatífica” palabra.

5) Miami Miracle


La costa de South Beach fue azotada por una “ola milagrosa” de victoria, cuando los Miami Dolphins le arrebataron la “gloria” a los New England Patriots, con una insólita jugada a 7 segundos del final.
Un partido de alta intensidad se “cocinó” en el Hard Rock Stadium. Los Patriots visitaban las cálidas tierras de la Florida, en busca de su décimo título divisional de manera consecutiva, hecho que ninguna franquicia en la historia de la NFL ha conseguido. Durante toda la “batalla” del Este de la Conferencia Americana, presenciamos constantes cambios de liderato en la pizarra, pero al final, el “estanque” de los Dolphins terminó por “hundir” a los pupilos de Bill Belichick en lo “abracadabrante”.
Una serie de laterales que comenzaron con una conexión de Ryan Tannehill a Kenny Stills para 14 yardas, terminaron por adentrarse en las diagonales vía Kenyan Drake, quien encendió las turbinas para sentenciar una anotación de 69 yardas mientras en tiempo se consumía. Este “milagro” terminó por darle la victoria a los Miami Dolphins por un marcador de 34 a 33. ¡Simplemente maravilloso!

4) Miracle at the Meadowlands

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En 1978, las Philadelphia Eagles “volaron” con la “bondad” de los New York Giants, quienes desperdiciaron una victoria casi firmada, por una de las peores decisiones de “coacheo” en la historia de la NFL.
Con menos de 30 segundos restantes en el reloj, los New York Giants se encontraban con la posesión del balón, ante la incapacidad de las Eagles de pedir tiempos fuera, así que sólo era cuestión de tomar una simple “rodilla en tierra” para liquidar el partido. La decisión del aquel entonces Entrenador en Jefe de los neoyorquinos, John McVay, fue descabelladamente distinta, y en lugar de “hincarse a la victoria”, decidió mandar una jugada de acarreo. El mariscal de campo, Joe Pisarcik, recibió el “snap”, y al momento de tratar de entregarle el ovoide a Larry Csonka, perdió el balón, provocando un “balón suelto”, mismo que recuperó el esquinero, Herm Edwards, y regresó a la zona de anotación para darle una victoria a las Philadelphia Eagles de 19 a 17.
En la semana 15 del 2010, el “milagro en las Meadowlands” fue replicado por DeSean Jackson, cuando regresó una patada de despeje hasta las diagonales mientras el tiempo se expiraba. Eagles se sobrepuso a una desventaja de 21 puntos en el cuarto periodo, antes de que Jackson “despegara” la victoria de Philadelphia en el MetLife Stadium ante los Giants.

3) “Hail Mary” Dallas Cowboys


Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres… Esta oración fue la que seguramente recitó Roger Staubach cuando encontró a Drew Pearson en las diagonales para derrotar a los Minnesota Vikings en la Ronda Divisional de 1975.
Con 32 segundos restantes, el devoto e icónico mariscal de campo de los Dallas Cowboys, Roger Staubach, encontró a Drew Pearson para una anotación de 50 yardas, que definió el pase de la “estrella “solitaria” a la Final de Conferencia de 1975. Esa temporada, los Cowboys lograron alcanzar el Super Bowl X ante los Pittsburgh Steelers, mismo que perdieron 21 a 17.
El término “Hail Mary o Ave María”, tuvo su primera connotación en los emparrillados, cuando el “Capitán America”, Staubach, mencionó que al lanzar el pase a Pearson, cerró los ojos y dijo: “Hail Mary”. Hoy, a las rutas largas, en las que como medida de desesperación, los receptores corren hasta la zona de anotación y el mariscal de campo busca poner el ovoide con un pase largo en la misma, se le conoce con esta expresión.

2) The Music City Miracle


La ciudad de la música Country, se hizo sonar con “acordes milagrosos”, cuando en el juego de Comodines de 1999, los Tennessee Titans derrotaron a los Buffalo Bills 22 a 16, con una anotación de Kevin Dyson a 16 segundos del final.
En la polémica jugada, Frank Wycheck le lanzó un pase lateral a Kevin Dyson en la patada de salida posterior a la anotación de los Bills, que se desenvolvió en una anotación de 75 yardas. Hasta la fecha, a muchos les queda la duda si el pase de Wycheck, efectivamente fue lateral, o en realidad fue adelantado. El interminable debate continúa, pero de igual forma el recuerdo de esta jugada en la memoria de los aficionados, misma que se almacena en el “cerebelo de lo inverosímil”.
Los Titans avanzaron hasta el Super Bowl XXXIV, en el que se enfrentaron a los St. Louis Rams de Dick Vermeil. En dicho juego, Tennessee no corrió con la misma suerte, y su “sed” de campeonato se esfumó cuando en la última jugada del encuentro, Kevin Dyson se quedó a 1 yarda de empatar el encuentro. Al final, fueron los Rams quienes se coronaron con un marcador de 23 a 16.

1) The Immaculate Reception


El deporte se llevó a niveles “inmaculados”, cuando esta jugada “dió a luz” el inicio de una dinastía. Los Pittsburgh Steelers se llenaron de “gracia” cuando Franco Harris se escapó hasta la “zona prometida”, después de rescatar un ovoide que agonizaba a centímetros del césped.
Encajonados en su propio territorio y a 30 segundos de la derrota, los Pittsburgh Steelers tuvieron que encomendarse a la “divinidad”, para derrotar a los Oakland Raiders en el Three Rivers Stadium. Posiblemente la jugada más electrizante en la historia de la NFL, proyectó al “Bombardero Rubio”, Terry Bradshaw, tratando de encontrar a John Fuqua con un desesperado pase mientras los segundos se esfumaban. El agónico envío, colisionó ante la labor defensiva de Jack Tatum y el intento de recepción de Fuque, y salió disparado con dirección al oportuno corredor de la “armada Italiana”, Franco Harris. El emblemático dorsal “32”, logró controlar el ovoide antes de que tocara el terreno de juego, y se escapó hasta las diagonales para darle la victoria a los “hombres de acero”, por un marcador de 13 a 7.
Con esta jugada, que hace alusión a la “Inmaculada Concepción”, los Pittsburgh Steelers lograron ganar su primer partido de postemporada en 1972. La franquicia nunca volvió a ser la misma, y aunque no lograron ganar el Super Bowl ese año, si lo hicieron en el porvenir. En la década de los 70´s, lograron coronarse cuatro veces en seis años (1974, 1975, 1978, 1979). Hoy, son la franquicia con más Super Tazones en la historia (6). En el 2005 y 2008, sumaron otros dos títulos a sus vitrinas.