No podíamos pedir una mejor Serie Mundial. L.A. Dodgers y Houston Astros, los mejores y más constantes equipos de sus respectivas ligas a lo largo de la temporada, concluyen su camino en un inédito Clásico de Otoño con miras a un campeonato que se antoja histórico para ambos.

Han sido 29 años desde que los angelinos ganaron su último trofeo; y 12 desde que Houston perdiera contra White Sox en su única aparición en World Series, así que esta es una nueva oportunidad de poner el primero en sus vitrinas.

No será fácil para ninguno. Los favoritos Dodgers abren en casa. Sin embargo, la racha y motivación de Astros representan una prueba que promete llevar a esto más allá de cuatro juegos.

Como espectadores no queda más que disfrutar del mejor baseball esperando una Serie Mundial que esté a la altura de las expectativas. Una de pronóstico reservado, sin duda, pero tiene que haber un ganador. Vamos.

Houston Astros

Qué camino el de Astros. Temporada para el recuerdo y una ALCS que los tuvo al borde de la eliminación. Cuando todos ponían a NY Yankees en la Serie Mundial, Astros regresó y definió a su favor en el séptimo juego. Vaya si eso los hace candidatos al título.

Ofensiva.

Pasado el efecto de dichos duelos, la verdad es que las credenciales con las que llegan son de temerse. Simplemente la mejor ofensiva de la temporada. José Altuve (indiscutible MVP de la Americana), Carlos Correa, Carlos Beltrán, Yulieski Gurriel y George Springer, por mencionar los más importantes, cargaron al equipo con base en un bateo de .282 y brutales 896 carreras anotadas a lo largo de la temporada. Obviamente el caso de Altuve es punto y aparte.

Nada más en esta postemporada, el segunda base promedia .400 de bateo, .500 de embasado, 5 homeruns y 8 impulsadas. Repito: brutal. Y ni hablar de su gran fildeo y corrido bases. ¿Lo mejor? Siempre destaca en los momentos más críticos. Él solito puede transformar un duelo.

El pitcheo.

La rotación abridora de Astros tiene en Dallas Keuchel y Justin Verlander a sus dos grandes aces. Detrás de ellos vendrán Lance McCullers Jr. y Charlie Morton, quienes se pusieron el traje de héroes tirando una joya combinada para dejar a Yankees en el camino. Mención aparte a Brad Peacock y sobre todo a la curva de McCullers, mortal y simplemente indescifrable. ¿Entraron a una racha? Está por verse, pero si ambos logran mantener ese equilibrio del juego 7, Dodgers está en problemas. Hablando de problemas…

Bullpen.

He aquí la debilidad de Astros. Es cierto que nombres como: Francisco Liriano, Collin McHugh, Will Harris y el cerrador Ken Giles representan experiencia, pero también lo es que en postemporada han estado irregulares e incluso casi le cuestan la ALCS al equipo. Contra un orden al bat como el de Dodgers ya no habrá margen de error.

Factor Clave.

¿Brian McCann o Evan Gattis en la receptoría? Una decisión muy difícil, pues ambos fueron importantes en la Serie contra Yankees. Con Gattis la rotación baja su ERA, pero McCann trae el bat más caliente. Suerte que tienen la posición de bateador designado, pero en definitiva tendrán que combinar juegos entre ambos y Beltrán, así que A.J. Hinch deberá pensar muy bien esos cambios.

L.A. Dodgers

Sin mucho que agregar. Simplemente los Dodgers han regresado a la grandeza histórica que tan bien les va. Un equipo balanceado, divertido, dirigido de forma perfecta y en su mejor nivel. Y, sobre todo, letal.

Rotación.

Sin duda alguna la joya de la Corona. ¿Recuerdan cuando en el análisis de los trades de verano hablaba sobre lo peligrosa que sería esta rotación con la llegada de Yu Darvish? Pues pasó. Darvish regresó a su mejor forma en L.A. y es clave en una rotación donde la voz de mando la lleva el gran Clayton Kershaw.

Con dos victorias y 16 strikes, Kershaw está llamado a poner la mesa para el resto de sus compañeros. Abre en casa, está sano, tiene el repertorio y parece ha dejado atrás viejos demonios. La curva de Hill, por supuesto, así como Wood, no se menosprecian. Pero el espectáculo lo pone Clayton. Y no menos el bullpen.

Bullpen.

Este es el nuevo nombre del juego y Dave Roberts lo sabe. El bullpen de Dodgers ha sido fundamental a lo largo de la temporada. Todos excepcionales, aunque sin duda destacan Brandon Morrow, el cerrador Kenley Jansen y muy especialmente la labor de Kenta Maeda, quien asumió el rol con profesionalismo y le da mucho oxígeno al resto. Si Astros enfrenta a este bullpen en desventaja considerable, va a ser complicado que puedan sacar una victoria.

Bateo.

No será tan rápido ni espectacular, pero Justin Turner es el equivalente de Altuve en Dodgers. El antesalista acumula 3 HR y 12 impulsadas en esta postemporada. Su gran virtud es que pareciera que básicamente se vuela la barda cuando quiere. Que es el bat más peligroso en L.A. es un hecho, pero la labor de Enrique Hernández, Yasiel Puig y Cody Bellinger ha sido también clave a la ofensiva. Y hablando factores…

Factor Clave.

Corey Seager. No hay mas. El parador en corto es pilar del equipo tanto con su guante como con el bat. Su ausencia por lesión en el NLCS casi no afectó, pues Charlie Culberson cubrió su puesto jugando por nota. Pero hay que decir que Chicago Cubs fue un rival ciertamente apagado y Astros es un amenaza muy diferente. Seager puede transformar a Dodgers o ser la pieza que les falte para ser campeones.

¿Quién ganará?

¿Han tenido esa sensación en la que desean apostar por un equipo pero mente y corazón dictan diferente? Estoy seguro que sí. Aclaro: No le voy a ninguno de estos dos conjuntos, pero los veo ganando por razones diferentes.

La estadística, el momentum, la contundencia y las circunstancias, dicen Dodgers. El ímpetu, la garra y el antecedente sentimental (estragos del Huracán Harvey) dice Astros.

Espero una serie de probabilidades iguales. Por el bien del deporte, esperemos en siete emocionantes juegos.

Pronóstico Gurú: Dodgers en 7.