El dúo más exitoso en la historia.

No se puede contar la historia de Brady sin nombrar a Belichick y viceversa. El primero se la ha pasado diciendo que ya pasó el Deflategate, pero todo sabemos que un loco competidor como es él lo tiene en la mente todo el tiempo, le ha servido como motivación desde entonces y se muere porque Roger Goodell le dé, el lunes por la mañana, el premio a jugador más valioso del Super Bowl y por supuesto que en el podio, al terminar el partido, lo salude. Por último sabe que si gana su cuarto Super Bowl será considerado por la mayoría como el mejor de la historia, más si obtiene el cuarto MVP.

Del «Monje» hay poco más que decir, al igual que su QB, se juega el nombramiento del mejor de la historia si obtiene el quinto anillo, pero lo que los hace en serio a ambos grandes es que seguramente eso es lo que menos les importa. Con dos semanas de preparación, algún defecto ya le encontró a esa ofensiva bien aceitada de los Falcons, que no queden dudas.