UNA OFENSIVA DE ALTO OCTANAJE. (Con Matt Ryan y Julio Jones)
Con el poderío de un ataque como el de Atlanta, es injusto preponderar a Matt Ryan y Julio Jones, pero si alguien puede cambiar el rumbo de Falcons en lo que se prevé será un duelo disputado, son ellos dos.
Bill Belichick es el maestro de este Super Bowl. Tanto como que todo sabemos lo que va a intentar. Anular a uno de estos dos jugadores. Es su sello. Los coaches rivales saben que gana juegos quitándote rápidamente a una de tus armas y aun así les es imposible ajustar, porque cuando lo hacen El Monje ya salió con otra carta. ¿Ryan o Jones? No lo sabemos, pero lo que sí podemos decir es que la ofensiva es mucho más que eso.
Falcons posee una unidad con argumentos para poner a prueba a Nueva Inglaterra. Sí, muchos decían (decíamos) eso mismo del ataque de Pittsburgh, pero lamentablemente la lesión de Bell dio al traste con cualquier análisis. Una lesión de Atlanta ciertamente afectaría, pero una de las cosas que separa a este ataque del resto de la NFL, es la variedad. Pareciera que Matt Ryan (o más bien así es) escoge un objetivo favorito de acuerdo a la defensiva que enfrenta. ¿Green Bay tiene ultra cubierto a Julio Jones? Vayamos con Sanu. ¿Seattle está deteniendo a Freeman? Saquémoslo a rutas de pase. ¿Nadie pela a Taylor Gabriel? Que sea el hombre en zona roja. Matt Ryan impuso un récord al lanzar para anotación a trece diferentes jugadores. Algo que ningún QB había logrado. Esto habla ciertamente bien de él, pero más del versatil esquema ofensivo de Atlanta.
Lo de Kyle Shanahan es para quitarse el sombrero. El joven Coordinador de esta ofensiva ha creado un ataque totalmente vertical que abre fuego sin concesiones contra todos los flancos. Y es que tiene un gran material a su disposición.
Primero una línea ofensiva que aparte de darle a Ryan el tiempo, protección y salir bien a los bloqueos para sus corredores, se conocen perfecto; es la única unidad en toda la NFL que ha iniciado a los mismos cinco titulares en cada juego. Esa cohesión es invaluable. Después está el versátil juego terrestre, el cual ya fue descrito en el primer punto. Tras ellos viene un cuerpo de receptores en el que hasta los nombres “pequeños” como Justin Hardy y Taylor Gabriel participan con recepciones clave. Y vaya, tienen hasta al mejor pateador de la temporada en la figura de Matt Bryant, quien bajo techo y con el rango que tiene, seguramente va a ser relevante. Y ya saben el dicho: «las defensivas ganan los juegos, y los pateadores…»
Y por último la pieza angular del ataque, Matt Ryan. Ya está de más decir sus números y que su temporada es una de MVP sin importar el resultado del SB. Lo que hace de Ryan un Quarterback tan imprescindible es justo lo que está mostrando esta postemporada. Ya no es el mariscal que ponía cifras estratosféricas y se ahogaba en playoffs, todo lo contrario, esas derrotas de antaño parece ya lo curtieron y hoy sus números de playoffs, en los cuales no hay intercepción, hablan por si solos destacando su impresionante promedio de casi 10 yardas por pase y su rate de 132.6. Y ojo con el dato: esas 7 anotaciones sin intercepción en estos playoffs solo han sido replicadas por otros 6 quarterbacks en la historia de la liga. Y todos ganaron el Super Bowl.
Esta ha sido pues la verdadera mejor ofensiva de la temporada y postemporada. El escenario no debe quedarle grande a un equipo que, al menos en este aspecto, puede decirse superior al rival.
