El motivado Dez Bryant.


Al número 88 le pusieron la etiqueta de jugador franquicia a inicios de la offseason y por supuesto sintió que le faltaban al respeto. Sobre todo viendo los números de la temporada pasada, 16 TD (líder en la NFL) y 1,320 yardas, un temporadón tuvo el egresado de Oklahoma State y luchó hasta el final por obtener el dinero que él creía se merecía.
El mismo día de las negociaciones permitidas entre los equipos y los jugadores con etiqueta de jugador franquicia llegaron a un acuerdo él y el equipo con una extensión de 5 años y 70 millones de dólares.
No sólo el talento es lo que le da Dez al equipo, también ese liderazgo que tal vez por su forma de ser no tiene Tony Romo. Ese espíritu competitivo que tanto tiempo le faltó a los Cowboys y que tenía, por ejemplo, hace ya algún tiempo Michael Irvin.