Comenzó un torneo más, y con él, la cuenta regresiva para aquel o aquellos técnicos a los cuales el destino les tiene preparada una despedida al son de Las Golondrinas.
Después de observar el mediocre, timorato y medroso arranque de la temporada, no cabe duda que varios entrenadores están cuidando su trabajo y que a final de cuentas más de alguno se arrepentirá por no haber ido a buscar los tres puntos en cada cotejo, como si los puntos de los primeros partidos tuvieran una ponderación distinta a aquellos de las últimas jornadas, donde los equipos necesitados de triunfos se convierten en guerreros y le profesan el mayor de los amores a los colores de su club, algunos quizá para renovar contrato o para acomodarse en otro equipo.