¿El problema está en el banquillo?

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Primero tuvimos a Rafael Benítez en el banco, un hombre de casa, que siente los colores del equipo y que poseía las credenciales suficientes para hacerla en un club de la envergadura del Real Madrid, entonces, ¿cuál fue el problema? Fácil, que su forma de ver el fútbol encajaba muy poco con la «ideología» del madridismo, y cuando digo madridismo me refiero a todo, aficionados, prensa parcial y obviamente de la directiva, la cual, es quien termina tomando la decisión de cortarlo a media campaña. Tras la llegada de Zidane, parecía que los problemas habían desaparecido, pero esto nunca pasa, a lo mucho se esconden bajo la alfombra y salen cuando menos se espera y así pasó.

Culpar a Zidane sería injusto, al ser un Técnico debutante que entró como «bateador emergente» en un juego que casi estaba perdido, por otro lado, Benítez tampoco tuvo la chance de trabajar como es debido, así que máximo responsable no es, lo que sí vale la pena recalcar es que la inestabilidad en la Dirección Técnica afecta la confianza de la plantilla, lo cual se traduce directamente en el campo.