Por el orgullo
Atlas vs Chivas, una ciudad se paraliza y el sábado solo tienes dos opciones, o eres rojinegro o rojiblanco, al ritmo de tambores, tarolas y trompetas, al son del jarabe tapatío, con el sabor de las tortas ahogadas y la carne en su jugo, recordando la glorieta de la minerva para la afición chiva y pensando en el monumento de los niños héroes para el aficionado atlista.
Es un partido que no se puede perder, 90 minutos donde se tienen que partir el alma por ellos, por la fiel rojinegra y por el pueblo que se entrega a chivas, miles de cabelleras, miles de pesos, cientos de bebidas están en juego , esas apuestas que le ponen sabor a el duelo más esperado por la gente de Guadalajara.