El arbitraje está en el hoyo

Primero hay que dejar de lado los delirios de que le intentaron ayudar al América, porque ya hemos visto en otros lares que cuando el arbitraje está predispuesto, no hay nada que lo detenga para llevar su cometido y la realidad es que «los de negro» fueron un desastre hacia los dos lados. Lo que vimos en las dos finales es un síntoma de que el arbitraje mexicano está viviendo uno de los momentos más bajos de su historia. Ya sé lo que muchos dicen, «es una crisis mundial» sin embargo, debemos aceptar que muchas veces, nuestros colegiados salían mejor calificado que muchos árbitros de otras regiones, pero hoy, de no ser por Roberto García Orozco, prácticamente nadie se salva.

La actuación de Paul Delgadillo fue un desastre, dejando penales inexistente en la psique de todos y con falta de autoridad a la hora de mostrar tarjetas, el problema es que su desempeño dejó el campo minado para que Jorge Isaac Rojas tuviera un polvorín en las manos, el cual, estalló en el peor momento, los tiempos extra. De por sí, su actuación ya había sido cuestionable en el tiempo regular, dejando de marcar jugadas importantes y para acabarla, vio cómo el partido se le fue saliendo de las manos y se encumbró con la bronca monumental entre bancas y jugadores de campo. Al final, las tarjetas que no quiso sacar a lo largo del juego, salieron en cuestión de minutos y con expulsiones como la de Goltz que nadie se explicó, provocando así, que el juego se desvirtuara.