Inesperadamente, tras el juego entre mexicanos y costarricenses, no salí tan apático y aburrido como lo esperaba, y no lo digo por el rival, que la verdad presentó sus mejores armas, incluso, sin tener técnico oficial en el banquillo -Matosas estaba en la tribuna cenando tacos- sino por el combinado mexicano tan atípico que había plantado Ricardo Ferretti bajo la bandera del «cambio generacional». Pero a final de cuentas, el 3-2 a favor de los locales resultó entretenido a la vista, aunque sinceramente fue muy mal jugado, pero es lo que hay.
Por lo tanto, tratemos de sacarle algo de jugo a lo visto este jueves en la cancha del Universitario de Nuevo León.
Martín y Guzmán aprobados
Para mi gusto, Herny Martín y Víctor Guzmán se llevaron la noche, y no lo digo solo por los goles -golazo- que clavaron, sino en términos generales, y en medio del caos que fue el equipo, se convirtieron en los que mayores arrestos presentaron y mejor idea colectiva tuvieron. De hecho, mi querido Pocho Guzmán ya venía dando avisos desde la terrible fecha FIFA pasada, donde también fue de lo poco rescatable del TRI, y no me cabe duda que será parte importante del proceso del próximo año, cuando el DT que venga se olvide de la mentada «renovación» y vuelva a llamar a los de siempre.
Caos defensivo
Si con titulares es difícil mostrar solidez defensiva, ahora con una zaga improvisada, peor. Durante el primer tiempo, el partido estaba en un limbo infumable, hasta que Costa Rica se animó a preocupar y con muy poquito le hizo daño tremendo a la línea que encabezó Angulo, Álvarez, Arteaga y V. Rankin, haciendo ver ridículo incluso a su propio arquero Lajud, que terminó siendo la burla del público mexicano.
Es increíble ver cómo pasan y pasan generaciones y no se encuentra solución a un problema que en otras épocas era la fortaleza principal de este conjunto, y la verdad, no se ve por dónde mejore.
CONCACAF dejando qué desear
Este partido confirmó las conclusiones que me había dejado el México-USA del mes pasado, y es que el área sigue en crisis absoluta. No entiendo cómo una selección como Costa Rica, con plantel prácticamente completo, no le termina pasando por encima a un rival que nunca había jugado en junto, y que sólo ha entrenado unos cuantos días.
Las distancias están más lejanas que nunca, y me queda claro que México, hasta sin DT, podría avanzar al siguiente mundial sin problemas.
Falta ver la exhibición de México el próximo martes ante la deprimida Chile en Querétaro. Yo espero ver un partido mucha más enforma y mejor jugado, ojalá no decepcionen ambos conjuntos.