Falta de concentración
El ritmo en el que se jugó el partido fue digno de unos Cuartos de Final, ya no digo de Copa América, sino incluso de un Mundial, al menos, así fue como los chilenos lo afrontaron, nada que ver con la actitud de los jugadores mexicanos, en especial, la primera línea, que se supone es la que más concentrada debe salir desde el minuto 1.
Los primeros 15 minutos son vitales en un partido de fútbol, ya que en ese lapso se estudia al rival y mucho de lo que suceda en ese tiempo nos puede dar una idea del trámite del partido y así fue, los andinos salieron como un tornado intentando arrollar a su rival y lo lograron, algo muy similar a lo que pasó en el juego previo al certamen donde México ganó 1-0, la única diferencia es que aquí sí tuvo frutos el esfuerzo del equipo de Pizzi, anotándose en el marcador al minuto 16.
La cúspide de la distracción se da regresando del descanso, momento en el que se suponía, el equipo llegaba reforzado, futbolística y anímicamente para comenzar la remontada y no es posible que el 3-0 caiga a cuatro minutos de saltar al campo y tire todos los planes, no es por defender a Osorio, pero ante algo así no se puede hacer mucho.
