Toca ver nuevamente a la Selección Mexicana de Futbol -muy pronto para mi gusto- después del mundial en Rusia, pero el futbol es así y con dos partidos por delante contra Uruguay y Estados Unidos, veamos qué es lo que puede sacar el Tri esta vez.
Que inicié el nuevo proceso
Atrás ha quedado Rusia y la era Juan Carlos Osorio, todo lo que venga de ahora en adelante será con el objetivo de llegar a Qatar 2022, claro sin antes olvidarnos de juegos olímpicos y las respectivas Copas Oro, pero en sí lo más importante para lo que se trabajará será la clasificación mundialista, por lo que desde ya inicia ese ciclo. Tal vez aún no se tenga al entrenador fijo y el Tuca tenga que asumir la responsabilidad del equipo, pero esto se puede tomar como boceto para el proyecto y sacar algunas conclusiones útiles que servirán a futuro.
Ver la sangre fresca
Siempre que empieza un nuevo proceso hay cambios en la plantilla de jugadores, ya sea porque se retiran del combinado nacional, no son tomados en cuenta por el nuevo director técnico o porque nuevos futbolistas reciben una oportunidad debido a destacadas actuaciones en sus clubes y ese es el caso de las recientes caras que tenemos en el equipo azteca como: Diego Lainez, Roberto Alvarado y Erick Aguirre, quienes reciben su primer llamado oficial para la selección mayor con todo merecimiento, pues la están rompiendo en el actual torneo de liga con América y Cruz Azul respectivamente y el caso del canterano de Pachuca que parece ir consolidándose con los tuzos. A ellos se unen José Abella, Jesús Angulo y Gerardo Arteaga de Santos, como posibles debutantes también.
Sin duda Ferretti se enfocó en la juventud del futbol mexicano, incluyendo jugadores que ya habían sido llamados anteriormente, pero que no debutaron, tal como Víctor Guzmán, Gibrán Lajud y Hugo González. Estos cambios en la plantilla eran de esperarse pues no todos los que participaron en Rusia iban a volver, muchos por la etapa que viven con sus clubes que recién iniciaron sus ligas y otros por las lesiones que sufrieron y les impidieron acudir a la concentración, lo que significa que su ausencia no es definitiva y evidentemente retornarán en algún momento, por lo que ver debutar a los nuevos convocados servirá para iniciarlos en este proceso mundialista y adquieran experiencia internacional para que cuando se necesiten a futuro no sean ajenos a portar la casaca verde.
El futbol de siempre
En cuanto al desarrollo de los partidos esperemos lo de costumbre, encuentros con poco orden y calidad, pues para los nuevos seleccionados mexicanos será la primera vez que jugarán juntos y es lógico que no muestren un estilo de juego definido, con más razón si los cambios que se permitirán serán más de cuatro, ya sabemos como termina esa historia. Más allá del resultado que se obtenga contra uruguayos y estadounidenses, lo rescatable tendrá que ser el crecimiento de los futbolistas para el cambio generacional de la selección, porque aunque es seguro que solo unos cuantos lleguen a la meta final, el camino quiéralo o no empieza por aquí.