La respuesta es simple, quién sabe. Pero de ello se desprende todo un análisis que vale la pena echarle un ojo porque puede cambiar completamente el cauce natural de lo probable.

¿Cuándo será el retorno de la temporada?

Esa pregunta fue parte de lo analizado la semana pasada alrededor de las suspensiones de torneos. La perspectiva una semana después sigue siendo la misma. Muy difícil conocer cuál será el rumbo de la temporada 2020. Se avecina la suspensión de Wimbledon pactado a dar inicio el 29 de junio. Si los organizadores de dicha competencia están dilucidando complicado y complejo su realización para esa fecha, la situación parece irá para largo.

¿Se imaginan? Es muy probable una temporada sin césped y casi nula arcilla. Atípico y perjudicial para todos esos jugadores especialistas en alguna de las dos superficies. Todavía desconociendo cuándo será la reanudación, las y los tenistas tienen que echar mano de su grupo de trabajo si es que cuentan con uno tan completo como las personas en el top de los respectivos ránkings en la mayoría de los casos.

¿Cómo prepararse para la competencia si no sabes cuándo será ese regreso a las pistas?

A pesar de ser un deporte de alguna forma personalizado en los entrenamientos, la pretemporada obligada que se está llevando a cabo es todo un desafío. Imaginen que entran a un bosque y no sabes cuándo saldrás de él, tal vez en media hora encuentres el otro extremo o pueden pasar días varado en la profundidad de la naturaleza. Así este periodo para el tenis. Tienes que prepararte para un regreso a la actividad al más alto nivel sin mucha certeza de cuándo ocurrirá.

No queda más que plantearse todo tipo de escenarios personales para trabajar en lo físico, tratar de solventar el tema cancha con la mayor cantidad de entrenamientos en la superficie de ser posible y encontrarse tanto a nivel mental como de alimentación en plenitud.

El esquema que utilicen algunos no necesariamente representa el adecuado para todos. La fisionomía y el tipo de actividad de Rafael Nadal no tiene por que ser estrictamente el mismo para Feliciano López. La actualidad, perspectiva y objetivos de cada uno en la temporada son distintos. Y ello por citar una comparativa, hay muchas más.

¿Veremos nuevos campeones de Grand Slams?

Muy probable. En mujeres en esencia a lo largo de los últimos años, vemos la falta de una clara dominadora del circuito. Por ende, se mantiene la alta probabilidad de ver jugadoras fuera del top 20 peleando semifinales en los grandes torneos que si se llegaran a realizar en lo que resta del año.

En los hombres igual la probabilidad aumentará. Mucho tendrá que ver con la preparación y la puesta a punto. Vamos a esclarecerlo con 3 ejemplos concretos:

A) Kim Klijsters regresó al profesionalismo y poco le duró el gusto con la cancelación de torneos. Dada su edad y la falta de ritmo que aún no adquiere, puede optar por no volver en definitivo, aunque recién dijo seguir motivada con el retorno al profesionalismo. O quizá esta pausa la utilice como ventaja dados que sus adversarias son las que pierden la secuencia de actividades y digamos ella venía totalmente fuera de este nivel de competencia que es la WTA.

B) Dominic Thiem parece cada día más cerca de poder ganar su primer Grand Slam, le faltan detalles. Esta cuarentena pudo venirle como anillo al dedo para ajustar esos puntos finos y retornar como un tren que atropelle a toda la competencia.

C) Roger Federer antes de la crisis de salud ya había anunciado el parón por una cirugía en la rodilla. Se esperaba su regreso en el césped, situación que no se dará. A priori se ve beneficiado tanto en el ránking que fue congelado como en la puesta a punto porque entra en igualdad de condiciones que sus rivales, pero ciertamente el objetivo principal era el césped y los Juegos Olímpicos, al ya no tenerlos en el horizonte, los objetivos de la temporada habrá que replantearlos con seriedad. De él y del Big Three hablamos la semana entrante. ¿Quién de los 3 será el más beneficiado al respecto?