Se llevó a cabo Sakura Genesis de New Japan Pro Wrestling (NJPW), cuyo encuentro estelar enfrentó a Kazuchika Okada contra Zack Sabre Jr. por el IWGP Heavyweight Championship.

Miembros del respetable bostezaban ante una pelea que en su mayoría se desarrolló a ras de lona y nunca brindó lances por encima de ninguna cuerda.

¿Fue Okada vs Sabre Jr. una lucha de aburrimiento total; la gente debió exigir más a estos gladiadores? Vayamos al análisis de un encuentro histórico.

¿Cómo llegamos a esta batalla?

Esta lucha se dio porque el “British Master” ganó la última edición de la New Japan Cup, siendo la gran sorpresa en lo que va del año pues derrotó a nombres establecidos de NJPW como Tetsuya Naito e Hiroshi Tanahashi.

Lo más destacado fue su estilo: derrotó a todos con llaves de rendición, demostrando que el tonelaje y los músculos pueden sucumbir ante la agilidad e inteligencia

Una vez coronado en la New Japan Cup 2018, el británico enfrentó un par de ocasiones a Okada en lucha de parejas siempre con la victoria de su lado.

Esto prendió los focos rojos pues demostró que era muy correoso para Kazuchika Okada, acostumbrado a enfrentar gladiadores de otras características.

Después de rendir a Naito, Ibushi, Sanada y Tanahashi, no era imposible pensar que Zack Sabre Jr. hiciera lo mismo con el Rainmaker.

Kazuchika Okada y su cita con la historia

Por el lado de Kazuchika Okada se contaba otra historia muy interesante. Con diez defensas titulares exitosas, estaba a una sola de alcanzar el récord de todos los tiempos (obra de Hiroshi Tanahashi).

Quizá ésta sea la razón por la que NJPW prefirió enfrentarlo contra el británico en lugar de ponerlo contra el As del Universo: querían esperar a que alcanzara la gloriosa cifra.

Éste es un gran ejemplo de cómo una empresa puede tomar decisiones trascendentales a favor de sus gladiadores y sobre todo de la afición.

¿Una lucha para el bostezo o para puristas?

El público nipón no destaca por ser animado (como lo podría ser el monstruo de mil cabezas de la Arena México), pero en esta ocasión se vieron muy pasivos.

En ocasiones era posible ver en la transmisión a gente en ringside bostezando mientras veían la pelea, esperando a que “algo” sucediera.

Ni siquiera Gedo fue capaz de prender al público con sus golpes en la lona, en un intento por motivar las palmas del respetable; muy pocos acudieron a su llamado.

Casi toda la lucha se desarrolló a ras de lona, con un Zack Sabre Jr. dominante y un Kazuchika Okada tratando de zafarse, las más de las veces sin éxito.

Fue increíble la manera como el “British Master” evolucionaba sus llaves literalmente encima de Okada, sin siquiera tocar el suelo.

Se desplazaba con una asombrosa imaginación por las extremidades del nipón, generando palancas consecutivas y combinándolas entre sí.

Cualquier intento de Okada por atacar a Sabre Jr. era aprovechado por éste último, a quien le bastaba tomar el meñique del campeón para someterlo completamente en la lona.

El combate pudo ser un manjar para los amantes de la lucha libre y una letárgica consecución de llaves y contrallaves para los menos entendidos del pancracio.

Kazuchika Okada hace historia

La reducida talla de Sabre Jr. lo vuelve más vulnerable al daño que producen los impactos en la lona, por lo que Okada sólo necesitaba una rendija para destronar a su rival.

Después de varios intentos de rainmaker (lazo al cuello), en donde Sabre Jr. sacaba llaves y palancas completamente de la nada, el nipón logró conectar algunas patadas.

Esto debilitó al “British Master” lo suficiente como para impedir que evadiera un martinete giratorio, golpe devastador en el cuello del retador.

Un rainmaker bien conectado deshizo al británico, a quien le pudieron contar hasta veinte y jamás se hubiera levantado. Okada se llevó la victoria.

Esta batalla para nada fue una lucha aburrida; Kazuchika Okada consiguió lo que Naito, Ibushi, Sanada y Tanahashi fueron incapaces de hacer: no rendirse.

Por el contrario, el cotejo es histórico pues el nipón logró su onceava defensa titular, convirtiéndose en el segundo gladiador en la historia de NJPW en conseguirlo.

El combate ha abierto la puerta para uno de los encuentros más importantes de la NJPW en mucho tiempo: Okada vs Tanahashi, 11 vs 11, ¿quién superará a quién? Afortunadamente no lo sabemos.