El 3 de agosto del 2017 se confirmó una noticia que -recién unos meses atrás- sonaba a poco menos que improbable: la llegada de Neymar al París Saint-Germain (PSG). El traspaso más caro en la historia del futbol -de un total de 222 millones de euros- se consumaba.
Hoy, a poco más de 7 meses de dicha transferencia, Neymar vuelve a ser noticia -si es que en algún momento de dicho lapso de tiempo dejó de serlo-, ¿la razón? Su supuesta salida del PSG y su regreso a España, aunque esta ocasión para vestir los colores del odiado rival de su ex: el Real Madrid.

Rumores

Citando al ficticio coronel Hans Landa –Inglourious Basterds (2009)- “¡Adoro los rumores! Los hechos pueden ser engañosos. Los rumores, ciertos o falsos, son muy reveladores”, y ese es precisamente el caso.
Que se escuche tanto del tema Neymar no es coincidencia, no es especulación barata de la prensa -que la suele haber-, hay algo de verdad en todos los rumores que se escuchan y escriben: puede que el brasileño haya abierto los ojos y haberse dado cuenta de que cometió un error.
¿Qué es lo que se dice?
1. Neymar no está a gusto con el técnico Unai Emery.
2. El nivel de la liga francesa no convenció al astro brasileño.
3. Se le pasó el ‘berrinche’ de querer ser quien más brille en su equipo.
4. Se dio cuenta de que el PSG no es todavía un equipo de élite.
5. Extraña España y el nivel de su liga.
Cada uno de ellos son rumores que perfectamente pueden ser ciertos. Vamos, que todos sabemos que los cinco puntos expuestos son verdad: Emery no es un técnico ganador, la liga francesa está un escalón por debajo de la española, Ney ha ‘chocado’ con varios de sus compañeros desde su llegada y definitivamente el PSG no está a la altura de equipos como el Barcelona o el Real Madrid.

Posible destino

Hablar de posibles destinos -en plural- no es lo más adecuado. Pues si Neymar abandona el PSG solo lo hará para llegar al Real Madrid, no hay de otra.
Pero, ¿es viable este fichaje? En el mundo del futbol, regido por el capitalismo que impera en el 99% del mundo ‘real’, hay pocas cosas que el dinero no puede comprar, y definitivamente un futbolista no es una de ellas.
Precisamente el traspaso del futbolista brasileño fue el detonante para enloquecer el mercado de fichajes, propiciando que los jugadores se coticen en cifras exhorbitantes.
Diversos medios en España aseguran que el PSG pediría 400 millones de euros para soltar a Neymar. ¿De dónde surge esta información? Del periodista Manu Sainz, quien cuenta con reputación de ser muy cercano al influyente agente portugués Jorge Mendes, por lo que algo de verdad tienen los datos que arroja.
La cuestión es si el Real Madrid está dispuesto y en condiciones de desembolsar tan monstruosa cantidad de dinero. Para tratar de responder a esta interrogante se debe tomar en cuenta que:
1. Desde la llegada del galés Gareth Bale, en 2013 -por 100 millones de euros-, el Madrid no ha fichado ningún ‘galáctico’.
2. El club goza de cuentas saneadas para afrontar un fichaje de esta magnitud. De acuerdo con Deloitte, tan solo en la temporada 2016-17 el cuadro merengue registró ingresos por 674.6 millones de euros.
3. Nike, marca que patrocina al jugador brasileño, estaría dispuesta a ‘colaborar’ para que el futbolista recale en el Real Madrid. La idea es que Nike financiara parte del fichaje de Ney por el Real Madrid para luego llegar a un acuerdo con el club blanco y patrocinar su camiseta (su contrato con Adidas -máximo rival de Nike- vence en 2020).

¿Se queda o se va?

Si me lo preguntan, su salida apenas una temporada después de haber llegado al club parisino se trata de un acontecimiento poco menos que improbable. Pero ya sucedió una vez, así que la duda surge en mi mente, y en la de los aficionados de futbol a nivel mundial. Total, si ya lo hizo recién, qué le impide a Neymar volver a hacerlo.
Tomando en cuenta los factores de la ecuación, considero que es cuestión de tiempo para que Ney llegue al Real Madrid. Si no se concreta este mismo verano, a más tardar será en 2019, pero definitivamente Neymar se marchará del PSG. Su experiencia en Francia se debió más a un capricho que a un objetivo o meta personal. Quería mostrar que él es capaz de hacer lo que quiere. Y lo volverá a hacer.