En el marco de los NBA Mexico City Games 2019, el comisionado de la NBA, Adam Silver junto a Raúl Zárraga, Director de NBA en México, dieron el anuncio de la integración de Capitanes Ciudad de México como una nueva franquicia de la Liga de Desarrollo de la NBA, mejor conocida como G-League. Ante todo lo que puede significar este anuncio, detengámonos a pensar un momento y veamos qué tan factible sería tener a un equipo en una de las mejores ligas de baloncesto del planeta.

Acierto

Si bien ya se había rumoreado antes que la NBA pudiera tener un equipo en México, nada era cierto, tan solo comentarios de la prensa, de jugadores y del medio en general hasta que ayer se hizo oficial el anuncio que la Ciudad de México será plaza de la NBA G-League. Todos esos comentarios, dimes y diretes sobre el equipo en el país tenían algo en común y era la aprobación de la idea. Quizá la pronunciación al respecto del tema por parte de varios personajes ayudó a que la NBA diera el pasó final a la línea de meta, puesto que una idea así debió de desarrollarse años antes para contemplar todo lo que se requiere para hacer una expansión de liga, lo cierto es que la decisión que tomó la autoridad de la liga fue acertada y la experiencia los respalda, tan solo hace falta voltear a ver el éxito de Toronto para comprobarlo.

Los riesgos

Así como hablamos de los beneficios de tener un equipo cobijado por la NBA, existen factores que podrían afectar el éxito del mismo, por ejemplo la relación con las autoridades del baloncesto del país, que tanto tiempo llevan sin ponerse de acuerdo para concretar un verdadero proyecto nacional, podría ocasionar controversia por el robo de reflectores y sentirse abrumadas por la intromisión de un ente externo en el deporte ráfaga del país. Además la aceptación de la franquicia con el público, la experiencia que vivan los jugadores y el diseño de logística para mover a las 28 franquicias restantes deberá ser medido con cautela y tendrá que dictar en un principio la primera evaluación, con pruebas fehacientes de carácter cualitativo y cuantitativo, si el equipo tiene éxito y futuro en suelo azteca.

Previsión

Los dados están echados, sí, pero como dije al principio, una decisión de este tipo no se toma a la ligera sin considerar los riesgos antes mencionados y muchos otros que pueda haber, por lo que aún hay tiempo de prever lo que haga falta para que un proyecto ambicioso como este dé frutos dulces el día de mañana, tratándose de la NBA estoy seguro que no dejarán que se les venga abajo, ya les pasó con Vancouver y lograron rescatarlo y con Toronto fue un rotundo éxito.

Por lo pronto queda esperar para ver el desarrollo que se le vaya dando a la franquicia, así como el ajuste de calendarios con la LNBP y la Liga de las Américas durante los próximos cinco años de contrato, ya que la plantilla deberá incrementarse y se deberá tener presente el desgaste físico.

Conclusión

A fin de cuentas se trata de la liga menor de la NBA, donde es válido experimentar y fracasar porque de eso se construye el éxito y estoy seguro que cada franquicia de la liga pasó por algo similar en su nacimiento, aquí mismo en México lo podemos ver con los equipos de las ligas nacionales, así que la decisión de haber traído la NBA G-League al país me parece acertada, su ejecución podrá y deberá ser calificada a parte y después de darle tiempo para que nos muestre de lo que es capaz, pero si las duelas de México pueden ayudar a conseguir ese propósito y ellos a nosotros, entonces bienvenido sea, todo por el crecimiento del basquetbol en el país.